Dos horas de declaración.
Tras una larga comparecencia ante el juez Llarena, Marta Rovira abandona el Supremo en libertad pero con una fianza de 60.000 euros.
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, expuso ayer al juez del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena que el 1-O propuso al entonces president de la Generalitat, Carles Puigdemont, parar las votaciones. Rovira justificó su petición aludiendo a la “violencia policial” y en evitación de que a lo largo de la jornada se produjeran incidentes cada vez más graves.
Rovira formuló esta manifestaciones al explicar su conducta el día del referéndum, haciendo hincapié en su voluntad de que todo lo relacionado con el proceso independentista se desarrollara de manera pacífica, sin lesionados ni damnificados, y sin daño para la convivencia. Añadió que su propuesta de parar las votaciones el 1-O no prosperó porque Puigdemont le respondió que había mucha gente haciendo cola ante los colegios electorales y que la detención del proceso ante las urnas podía agravar la situación.
Dijo también que junto a Puigdemont había varios miembros del Govern, así como de JxSí y de la CUP. No fue la única vez que señaló a Puigdemont. Mencionó que se desplazó el pasado enero a Bruselas para convencer al expresident de que su grupo “entrara en razón” y no boicoteara la sesión de constitución del Parlament.
La secretaria general de ERC fue la primera en declarar. Concluida su comparecencia se celebró una vistilla sobre medidas cautelares. El juez encargado del caso, Pablo Llarena, acordó una fianza de 60.000 euros para Marta Rovira.
Posteriormente, el magistrado dejó en libertad, pero con cargos, a la coordinadora general del PDECat, Marta Pascal, cuya comparecencia duró apenas treinta minutos. La declaración de Rovira fue mucho más larga. Superó la dos ho-
Marta Pascal afirma en el Supremo que la DUI fue política y que nadie esperaba que tuviera efectos reales
ras. En ambos interrogatorios la Fiscalía estuvo representada por Consuelo Madrigal, exfiscal general del Estado, acompañada por el fiscal Jaime Moreno, que intervino en el juicio a Homs por el 9-N.
La distinta duración de los interrogatorios explica, en parte, el distinto resultado de las dos declaraciones. Las acusaciones atribuyen a Rovira un papel especialmente activo en la preparación y convocatoria del referéndum del 1-O. Ella negó que participara en la organización del referéndum y limitó su trabajo al ámbito parlamentario. Incluso se desvinculó de los trabajos de las leyes del referéndum y de transitoriedad. Pascal, en cambio, está imputada en función de su cargo político. Pero hay menos hechos concretos que fundamenten su condición de imputada.
A la vista del resultado de esta comparecencia, no cabe descartar del todo que respecto de Pascal se dicte auto de sobreseimiento cuando el juez decida la lista de personas que deben ser procesadas. En el caso de Rovira, dicha hipótesis es mucho más remota, por no decir inverosímil. Ayer, la Fiscalía pidió para Rovira la fianza que acordó el juez. Y la acción popular, ejercida por Vox, solicitó la medida más severa, prisión incondicional.
En todo, caso, hubo puntos de conexión en sus respectivas declaraciones. Tanto Marta Rovira –que no contestó a las preguntas de Vox– como Marta Pascal –que respondió a todas las partes del proceso, incluida la acción popular– atribuyeron a la declaración unilateral de independencia un carácter fundamentalmente simbólico, equiparándola con una “declaración política” que se efectuó con plena conciencia de que no podría tener efectos políticos. Marta Rovira, en todo caso, insistió en su día a Puigdemont para que la DUI se aprobara, cuando la alternativa era haber disuelto el Parlament y convocado las elecciones autonómicas.
Marta Rovira y Marta Pascal también coincidieron en explicar que el 1-O acudieron a las urnas. Era otro modo de reivindicar su acción política. El referéndum, según Rovira, era “un compromiso democrático” que acercaba “al diálogo y la negociación con el Gobierno”. Marta Pascal fue explícita en manifestar que la defensa de esas ideas debe hacerse teniendo en cuenta la realidad del marco constitucional y estatutario.
Rovira explicó luego, a la salida, que ante el juez había defendido el derecho de los parlamentarios a de- batir sobre sus programas y el de los ciudadanos de Catalunya a pronunciarse sobre su futuro, mediante un referéndum. En este sentido, el exvicepresident Oriol Junqueras y Rovira dirigieron ayer a la militancia de ERC una carta en la que dicen que no renunciarán a sus convicciones y que se reafirman “en todas y cada una de ellas”, aunque en el texto obvian toda referencia a la independencia.“Comparecemos ante la justicia española por nuestro compromiso con la democracia y con el derecho de los ciudadanos a decidir su futuro”, mientras que “otros lo hacen un día tras otro por las tramas de corrupción que han orquestado por saquear las arcas públicas, por expoliar los recursos públicos de un Estado al que tanto dicen amar y defender”.
Por otra parte, ni Rovira ni Pascal admitieron haber formado parte de comité estratégico alguno. Ambas dijeron desconocer el documento EnfoCats, que le fue intervenido al exnúmero dos de Junqueras, Josep Maria Jové, con los supuestos planes para alcanzar la independencia. Los atestados de la Guardia Civil ven en ese documento la guía del Govern para la ruptura. Hoy declaran ante Llarena el expresident Artur Mas y la presidenta de la AMI, Neus Lloveras. No es de prever que se les impongan medidas cautelares graves, salvo tal vez la de fianza.
La declaración de la líder de ERC contrasta con su oposición a convocar elecciones antes de la DUI