Los temas del día
El nombramiento de Luis de Guindos como vicepresidente del BCE, y la marcha convocada en EE.UU. para limitar la tenencia de armas de fuego.
LOS cálculos del Gobierno para que Luis de Guindos, el ministro de Economía, accediera a la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) no han fallado, como tampoco lo han hecho los apoyos del resto de los países de la zona euro a su candidatura. La elección ha sido aprobada por consenso por los ministros del Eurogrupo. El respaldo del eje francoalemán ha sido decisivo. Ante ello, el Gobierno de Irlanda, horas antes de la votación, retiró la candidatura del presidente de su banco central, Philip Lane. Esto evitó lo que habría sido una peligrosa imagen de fractura del bloque de países del euro en la designación de un cargo tan importante.
El consenso del consejo de los ministros de Economía y Finanzas de los diecinueve países del euro, reunido ayer, es clave para acabar con las reticencias que había suscitado el hecho de que un político pudiera pasar a ocupar un cargo de tanta relevancia como es la vicepresidencia del Banco Central Europeo, que, por encima de todo, debe hacer gala de la máxima independencia en sus decisiones. Luis de Guindos, en este sentido, se ha ganado la confianza de todos sus colegas, que lo conocen bien porque él es el ministro más veterano del Eurogrupo.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ya afirmó en su día que Luis de Guindos es un hombre que reúne des obras las condiciones necesarias para acceder ala vicepresidencia del Banco Central Europeo.
Ayer, además, fueron muchos los ministros del Eurogrupo que pusieron públicamente en valor el acierto de su elección, especialmente el titular alemán de Finanzas, Peter Altmaier, quien aseguró que se trata de una elección excelente. En este sentido recordó que Luis de Guindos fue un colega cercano de su predecesor en el ministerio, Wolfgang Schäuble, y que este ya le había apoyado cuando en el año 2015 se había postulado para presidir el Eurogrupo.
La buena gestión de la crisis económica de España, que en el 2018 cumple su cuarto año de recuperación, con la creación de cerca de dos millones de empleos, así como del rescate y saneamiento de la banca española han sido los dos grandes activos que han pesado en la elección de Luis de Guindos para el cargo.
Para España, como dijimos en su día, es muy positivo ocupar la vicepresidencia del Banco Central Europeo. Supone el reconocimiento político del conjunto de la zona euro por la gran mejora de su economía y, asimismo, contribuye a equilibrar la representación de la cuarta economía de la eurozona en las instituciones europeas, que actualmente está infravalorada con respecto a otros países igual de importantes o menos. En este sentido, la elección de Luis de Guindos era una cuestión de interés nacional y es una lástima que no haya sido respaldada por las formaciones políticas de la oposición, en las que han prevalecido sus estrategias partidistas.
La designación de Luis de Guindos, que deberá ocupar su nuevo cargo el 1 de junio próximo, será confirmada formalmente hoy por el consejo de ministros de Economía de toda la UE, con el único voto de los países del euro, que ya avanzaron ayer. Pero, además de ello, el consejo de gobernadores del propio Banco Central Europeo deberá emitir también su opinión. Igual hará el Parlamento Europeo tras una nueva audiencia pública con el designado, después de haberlo hecho ya previamente en la comisión de Economía, cuyos miembros expresaron su preferencia por el perfil más técnico del candidato irlandés. Aunque ninguna de estas dos opiniones es vinculante, sería muy positivo que coincidieran con la expresada por el Eurogrupo, en bien de la fortaleza de las instituciones europeas.