El derecho a una tumba en París
El actor y dramaturgo Sacha Guitry acuñó esta frase: “Ser parisino no es haber nacido en París sino renacer allí”. Pues bien, el escritor Michel Déon, que vio la luz en la capital francesa –donde además residió durante muchos años– y falleció en diciembre del 2016 en Galway (Irlanda), no puede ser enterrado en la ciudad como desean sus familiares porque el Ayuntamiento que dirige Anne Hidalgo pone trabas administrativas. Ser parisino puede tratarse, en efecto, de un derecho casi universal –al menos poéticamente hablando–, pero disponer de espacio en uno de sus cementerios, aunque sólo sea para depositar las cenizas, es algo muy distinto, un privilegio que no se concede a todo el mundo.
La polémica sobre esta disputada sepultura llegó ayer a la portada de Le Figaro, que publicó un llamamiento de un centenar de intelectuales instando a las autoridades municipales a que dejen reposar por fin a Déon en París, como homenaje al relevante escritor que fue. En las redes sociales bulle desde hace meses el debate. Algunos acusan a Hidalgo, socialista de origen español, de practicar un puro sectarismo político, de impedir el entierro del autor porque era de derechas.
“Nosotros, escritores, novelistas, ensayistas, poetas, diseñadores y editores no comprendemos la decisión del Ayuntamiento de París de no conceder un lugar en un cementerio de la capital a Michel Déon –decía el texto, publicado en una página entera–. Su obra, su personalidad, su renombre internacional, no merecen esta situación deplorable. Pedimos pues a Anne Hidalgo y al Consejo de París que halle la manera para que el autor de Les poneys sauvages yde Un taxi mauve yde tantas grandes novelas pueda beneficiarse de una sepultura en las mejores moradas. Su presencia en París, como las de Proust, Stendhal, Baudelaire, Sartre, contribuirá al prestigio ya grande de una villa indisociable de nuestra historia intelectual y literaria”. El llamamiento lo firman figuras como Milan Kundera, Bernard Henri-Lévy, Antoine Gallimard o Tatiana de Rosnay, entre otros.
Las razones invocadas para no permitir la inhumación de las cenizas de Déon en París son que no era residente en la ciudad, no murió en París, no estaba inscrito en la lista electoral local ni poseía tampoco una tumba en la capital. Quienes promueven que el escritor repose en la ciudad, entre ellos Hélène Carrère d’Encausse, secretaria vitalicia de la Academia Francesa –a la que pertenecía Déon desde hacía casi cuatro decenios–, argumentan que la escritora estadounidense Susan Sontag, nacida y fallecida en Nueva York, pudo ser enterrada hace unos años en el cementerio de Montparnasse, conocido por las celebridades que allí descansan.
Agobiada por las presiones que recibe, Hidalgo aceptó crear una comisión, con presencia de todos los partidos políticos, para estudiar casos como el de Déon y que determinadas personalidades, artistas de todo el mundo, de prestigio universal, puedan yacer para siempre en París pese a no ser residentes.
Michel Déon, que nació en agosto de 1919 y combatió en la II Guerra Mundial, fue secretario de redacción de L’Action Française, un órgano monárquico del movimiento homónimo. Después de la contienda viajó mucho por Europa y Norteamérica para inspirarse para su obra narrativa. Una de sus grandes pasiones fue Irlanda, donde falleció como consecuencia de una embolia pulmonar. A Déon se lo asoció al movimiento conocido como Les Hussards (Los húsares), un grupo de escritores que, en los años 50 y 60 del siglo pasado, se opusieron al existencialismo sartriano, renegaban de modas y defendían un canon literario en la tradición de Stendhal y Dumas.
Es obvio que Hidalgo, ya muy criticada por otros aspectos de la gestión municipal, como el tráfico y la proliferación de ratas, necesita encontrar una salida honrosa al rifirrafe sobre Déon que no la deje en ridículo. En un reciente mensaje en su cuenta de Facebook, la alcaldesa insinuó flexibilidad. Parafraseó a Victor Hugo –famoso por sus elogios apasionados al espíritu de París– y dijo que “si el género humano tiene derechos sobre París, entonces debemos reconocer que la sepultura de mujeres y hombres relevantes puede encontrar un lugar”.
Polémica por la negativa del Ayuntamiento parisino a que sea enterrado
el escritor Michel Déon
Algunos acusan a la alcaldesa Hidalgo de sectarismo, de discriminar al autor por ser de derechas