Cargos del PSOE sitúan a Calvo como cabeza de cartel para las europeas
Una mujer encabezará la lista del PSOE en las elecciones europeas del año que viene. Y dicha cabeza de cartel electoral optará después a presidir el grupo de la alianza progresista de los socialistas y demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo. Esta es la decisión adoptada por Pedro Sánchez, que ayer desveló desde Ferraz la exministra Carmen Calvo para cerrar las puertas a la pretensión de Elena Valenciano –que encabezó la candidatura del PSOE en las pasadas elecciones europeas del 2014– de optar ahora mismo a la presidencia del grupo de los progresistas europeos. Lo curioso del caso es que, al menos según apuntan algunos dirigentes socialistas, la propia Carmen Calvo podría ser la elegida para liderar la lista electoral del PSOE para los comicios europeos del 2019.
Calvo aseguró ayer que el objetivo de la nueva dirección del PSOE no es lograr ahora la presidencia del grupo progresista –cargo que dejará vacante el italiano Gianni Pitella tras las elecciones del 4 de marzo en su país, a las que concurre para el Senado–, debido a que a la actual legislatura europea “le queda muy poca vida”. “Nosotros tenemos que aspirar a la presidencia la legislatura que viene, que es cuando toca y cuando hay que poner toda la carne en el asador”, subrayó Calvo, sin siquiera mencionar el nombre de Valenciano. Ahora bien, la exministra no quiso desvelar ningún nombre de quién puede ser esa mujer socialista que encabece la próxima lista electoral. “No estamos confeccionando las listas, así que no hay ningún nombre”, zanjó.
Pero dirigentes socialistas sí sitúan a la propia Calvo como próxima cabeza de cartel, pese a que la actual portavoz del PSOE en Bruselas es Iratxe García, muy afín a Sánchez. Resaltan de Calvo que es una de las dirigentes de la máxima confianza de Sánchez en Ferraz. Aunque, como el propio líder del PSOE, no tiene escaño en el Congreso, ni cuenta con el respaldo de la poderosa federación andaluza de Susana Díaz. Calvo es actualmente secretaria de igualdad del PSOE tras haber apostado decididamente por Sánchez en las primarias que ganó en mayo del 2017 frente a Díaz. Pero su trayectoria política es amplia, tras haber sido consejera de Cultura en la Junta de Andalucía con Manuel Chaves, entre 1996 y el 2004, y también primera ministra de Cultura en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, entre el 2004 y el 2007, para ocupar después la vicepresidencia primera del Congreso. Jurista constitucionalista –negoció en nombre del PSOE con Soraya Sáenz de Santamaría en la Moncloa la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya– y activista feminista desde mucho antes de ser ministra, Calvo presentó ayer la proposición de ley con la que Sánchez quiere liderar la lucha contra la brecha salarial entre mujeres y hombres.
La oposición de Ferraz a las aspiraciones de Elena Valenciano –que fue vicesecretaria general del PSOE con Alfredo Pérez Rubalcaba y también es una referencia en la lucha feminista–, está levantando notable polvareda interna. Algunos dirigentes consideran que Sánchez “no perdona” el posicionamiento de Valenciano a favor de Díaz en las primarias. O, previamente, su papel en la ofensiva interna para derribar a Sánchez de la secretaría general del PSOE. Valenciano fue la ponente de la resolución que aprobó el comité federal del PSOE, en octubre del 2016, para abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy y evitar una nueva repetición electoral.
Dirigentes del grupo socialista en Bruselas temen así ya “una purga” de la mayor parte de los integrantes de la lista electoral que encabezó Valenciano en el 2014.
Sánchez cierra las puertas a Valenciano, mientras en Bruselas los socialistas temen una purga de Ferraz