Tiago empieza a trabajar de cuidador
El robot de Pal Robotics se prueba en dos proyectos europeos de atención a mayores
El cuidado de personas mayores o dependientes también es cosa de robots. Al menos eso es lo que intenta demostrar Tiago, el robot semihumanoide de Pal Robotics, que a través de dos proyectos de investigación europeos ha logrado colarse en los hogares de personas mayores o discapacitadas de Holanda, Polonia, Grecia e Inglaterra para demostrar sus dotes como cuidador.
Llevar la agenda de personas con demencia senil o Alzheimer y recordarles que han de tomar su medicación o que ya es la hora de comer, comprobar si tienen fiebre, sugerir recetas de cocina para lograr una dieta más equilibrada, proponer una tabla de ejercicios guiados o cambiar de postura y arropar en la cama a una persona con problemas de movilidad son algunas de las muchas tareas que Tiago ya está desempeñando.
Fuentes de Pal Robotics aseguran que se trata de pruebas piloto para comprobar el desempeño del robot en un entorno real de atención a personas mayores o con discapacidad, en unos casos en el propio domicilio y en otros en residencias de ancianos.
En Holanda, por ejemplo, Tiago trabaja para una empresa que presta servicios de asistencia a personas con discapacidad. El robot se ha instalado en casa de algunos clientes en modo “teleoperado”, es decir, que cuando el usuario necesita algo contacta con la persona que lo maneja a distancia y esta dirige el robot para que coja una taza, asista a la persona a la hora de acostarse, la gire en la cama o la arrope, por mencionar algunos ejemplos. “Gracias a los sensores y cámaras que incorpora Tiago el enfermero que teleopera puede notar la fuerza que aplica el robot para mover los objetos o comprobar dónde están y dirigirlo allí para que los coja, y así atender algunas de las necesidades de los usuarios sin necesidad de desplazarse físicamente hasta su domicilio”, explican desde Pal Robotics.
En Polonia, Grecia e Inglaterra Tiago trabaja de forma autónoma pero sin brazo, es decir, sin posibilidad de manipular objetos ni personas. Se ha incorporado al programa europeo Enrichme, que busca crear ambientes asistidos y apoyados en sistemas robóticos para que las personas mayores puedan permanecer en su casa y vivir de forma independiente durante más tiempo. Y en ese marco, Tiago se ha puesto a prueba como acompañante de quienes comienzan a mostrar síntomas de demencia senil o de alzheimer, sobre todo en residencias, aunque también en algunos domicilios particulares adaptados. En este programa, su trabajo está centrado en interactuar con el usuario para recordarle la medicación, las citas de su agenda, tomar algunas de sus constantes vitales como la temperatura, conectarle con el médico, mostrarle información útil en la pantalla o, incluso, actuar como animador para que la persona realice ejercicio físico o ventile la casa. Incorpora además una aplicación de tecnología RSID que permite informar a la persona sobre dónde ha dejado las llaves, el móvil, las gafas u otros pequeños objetos a los que previamente se les colocan etiquetas.
Francesco Ferro, director general de Pal Robotics, asegura que las pruebas reales que se están realizando con Tiago muestran que el cuidado robótico tiene “una aceptación muy alta” entre las personas mayores y que este apoyo a la rutina diaria de los ancianos permite alargar entre dos y
El apoyo del autómata a las rutinas diarias de los ancianos puede alargar dos o tres años su vida independiente
tres años su autonomía y que no tengan que abandonar su casa para ingresar en una residencia, según declaraciones recogidas por la agencia Efe.
No obstante, fuentes de la empresa aseguran que el avance definitivo para integrar a los robots en el cuidado de mayores y personas dependientes se logrará cuando Tiago pueda llevar a cabo las funciones de navegación y de manipulación de objetos en cualquier espacio y de forma totalmente autónoma, y así además de recordar la hora de las pastillas las sacará del cajón y se las dará al usuario junto a un vaso de agua. Ya está entrenando para ello, como pudo verse durante la European Robotics League (ERL) –una competición donde los robots de servicios europeos ponen a prueba sus destrezas– que se celebró en noviembre pasado en la sede de Pal Robotics en Barcelona.