“Visualmente, nos acercamos más al cine que a la televisión”
Octavi Pujades, protagonista de ‘Cuerpo de élite' (Antena 3)
La versión televisiva del taquillero filme Cuerpo de élite ha desembarcado con éxito de audiencia en la noche de los martes en Antena 3 al convertirse en el mejor estreno en ficción de los últimos tres años. Esta comedia sobre cinco miembros de diferentes cuerpos de seguridad que tienen misiones relacionadas con tramas que recuerdan la actualidad política y social de España, aunque con nombres ficticios, emite hoy su tercer episodio, titulado Las tarjetas gold (en realidad inspirado en las tarjetas black). El actor catalán Octavi Pujades, que también tuvo un pequeño papel en la película original, da vida en la serie a Ximo Moltó, un tedax kamikaze fan de los explosivos.
¿Cómo es Ximo usted que le conoce mejor?
Es un valenciano que vivió con mucha intensidad la época de la ruta del
bakalao y quedó un poco tocado. Es una persona muy inocente y un poco primaria, pero sobre todo es muy impulsivo y, claro está, quizás no es la mejor virtud para ser un tedax que en teoría tiene que ser alguien muy frío, calmado y cerebral. Pero realmente es muy bueno en su trabajo.
La serie ha arrancado con buenos índices de audiencia. ¿Cuáles son las claves?
En primer lugar que los guiones, con estos paralelismos con la realidad actual de España, están muy bien y que visualmente la serie se aleja bastante de la televisión que se ha venido haciendo hasta ahora. Posiblemente nos acercamos más al cine que a la televisión.
¿Y la serie se acerca más a la comedia o a la parodia?
El tono se muy parecido a la película. No se busca el gag como principal objetivo, sino que se podría decir que es una comedia de personajes. Unos personajes muy diferentes entre si, con conflictos personales, a veces disfuncionales, que unen fuerzas para resolver misiones al margen de la ley.
¿Y cuál es el conflicto personal de Ximo?
Su gran problema es encajar en algún sitio. Su carácter impulsivo no se lo ha permitido, e incluso sus propios compañeros del tedax no le soportan mucho porque la puede liar en uno de sus brotes. Todos los cinco protagonistas presentan unos problemas personales que le irán dando continuidad a la serie. Y además, entre ellos también surgirán fricciones porque les toca convivir muchas horas al día para dar salida a estas misiones.
Usted no se ha prodigado mucho en comedia. ¿Se encuentra cómodo?
Yo he hecho bastante comedia pero es verdad que no es esta la impresión que la gente tiene de mí. La serie en la que debuté era comedia pura y después también estuve en Lalola (Antena3)y Ciega a citas (Cuatro). Mi último papel era más dramático, el del doctor Álvaro Mendieta en Centro médico (La 1), pero yo te diría que he hecho de todo. Y la verdad es que me encuentro muy cómodo en comedia porque es más gratificante a la hora de rodar.
Lleva casi 20 años en la ficción televisiva y ha intervenido en cerca de 40 series. ¿Ximo será el papel que le catapulte?
Eso dependerá de si la serie funciona, que de momento parece que sí. Yo me considero muy afortunado porque, en épocas mejores y en épocas peores, siempre he conseguido vivir de lo que me gusta y eso se un gran triunfo en esta profesión tan inconstante.
Y eso que usted tenía que vivir en principio de la psiquiatría...
Sí, es verdad. Yo había hecho mucho teatro en la escuela y el instituto pero como en mi familia no había precedentes artísticos tiré por un camino más convencional. Cuando acabé Medicina y me preparaba para el examen del MIR, aproveché para hacer alguna cosa de publicidad. La productora de Francesc Bellmunt me llamó porque decían que yo encajaba para un personaje de una serie que se llamaba Happy house y allí, en el año 1999, empezó todo. Pude aplazar un año mi incorporación en el MIR, donde había escogido la especialidad de psiquiatría, para hacer la prestación social sustitutoria. Y cuando ya tenía que tomar la decisión definitiva, opté por la interpretación porque es un mundo en el que cuesta entrar y yo ya había metido un pie. Y de momento me ha funcionado.
En estas casi dos décadas, ¿qué ha cambiado en la ficción televisiva?
Muchas cosas. Ahora están mucho mejor después de una mala época. Tras el boom de Farmacia de guardia,
la realidad se impuso y los presupuestos se ajustaron. También la crisis económica marcó una época en que se produjo bastante menos, pero ahora, a remolque de las plataformas online y las televisiones por cable que nos vienen de fuera, se empieza a producir más y con más calidad. Tenemos series como La casa de papel que ya se acercan mucho al nivel de calidad de la ficción extranjera. Creo que a las cadenas de aquí que ya están establecidas les ha tocado moverse para no quedarse atrás y han reactivado mucho el mercado de la ficción.
EL TEDAX XIMO MOLTÓ “Mi personaje es muy impulsivo y quizás no es la mejor virtud para ser un buen tedax”