El PP barcelonés pide una consulta para frenar los carriles bici
Una encuesta encargada por los populares presenta a los barceloneses divididos en lo que respecta a la aceptación de las ciclovías
La implantación en los últimos meses en las calles de Barcelona de numerosos carriles bici ha llegado cargada de polémica. La preferencia que en los planes del gobierno de la ciudad parecen tener estas infraestructuras viarias ha provocado ya reacciones contrarias por parte de vecinos de algunos barrios. Ese malestar es el que trata de aglutinar el grupo municipal del PP, que ayer anunció que en el próximo pleno del Ayuntamiento, que se celebrará este viernes, reclamará a la alcaldesa Ada Colau que someta a consulta ciudadana una pregunta sobre la conveniencia de frenar la instalación de nuevas ciclovías para revisar su despliegue de acuerdo con comerciantes y vecinos, a fin de evitar que los cambios introducidos afecten negativamente al tráfico y a los peatones.
El presidente del grupo popular, Alberto Fernández, afirmó ayer a pie de calle, en las obras del carril bici que se está construyendo en la calle Bori i Fontestà (Sarrià-Sant Gervasi), que “cada día que pasa crece el rechazo entre vecinos, comerciantes y conductores a la implantación de los nuevos carriles”. Según el dirigente del PP, “el boom de los carriles bici ha provocado un estallido de embotellamientos en la ciudad, ya que Colau pretende convertir la Barcelona del siglo XXI en en el Pekín del siglo XX”.
El grupo popular apoya sus críticas a las políticas de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona en una encuesta encargada por esta formación a la empresa Gesop. El sondeo, realizado entre el 29 de enero y el 2 de febrero a partir de 400 entrevistas. señala que los barceloneses están divididos en relación a los carriles bici. En tres meses, el tiempo que ha pasado desde la última encuesta de los populares, los entrevistados que expresan posiciones críticas han pasado de ser el 45,5% a representar el 48%. Otro 48%, en cambio, es partidario de las ciclovías. Los más jóvenes y los estudiantes son los que muestran mayores niveles de aceptación o tolerancia en relación con los carriles bici. Por contra, los mayores de 45 años, personas con estudios medios, de centro o centro-derecha, así como las personas que realizan trabajos en el hogar no remunerados son los más críticos con esta política.
Alberto Fernández alertó que “la cochefobia de Colau puede tener una consecuencia no deseada, que es generar una bicifobia en Barcelona por la improvisación del gobierno Colau a la hora de implantar de forma equivocada los carriles bici”.
El gobierno municipal tenía previsto triplicar los kilómetros de carriles bici en Barcelona a lo largo de este mandato . En los últimos meses, sin embargo, y a pesar de que continúa la construcción de estas vías, el Ayuntamiento ha decidido echar el freno.