El Rey reclama compromiso institucional con el Mobile
Felipe VI intercambia opiniones con Colau tras el plante de la alcaldesa Los Mossos blindan el centro de Barcelona contra las protestas
Ni el plante institucional, ni las protestas de grupos independentistas ante la presencia del Rey en Barcelona, variaron el mensaje del jefe del Estado en la cena inaugural del Mobile World Congress (MWC): la necesidad de la colaboración institucional y el compromiso de todos los actores para que Barcelona siga proyectándose al mundo, blindando la celebración del congreso para los próximos años.
La presencia del Rey en Barcelona para la inauguración del MWC es una de las citas fijas de su agenda que llevó a cabo incluso como príncipe de Asturias. En esta ocasión, la visita se produce en un contexto marcado por el vacío en la Generalitat, y el plante al Rey, en el recibimiento oficial, llevado a cabo por la alcaldesa Ada Colau y el presidente del Parlament, Roger Torrent, al considerar que el Monarca debía haber condenado los incidentes del 1 de octubre en su mensaje tras la celebración del referéndum ilegal por la independencia.
En la calle, centenares de personas, convocados por los Comitès de Defensa de la República, se concentraron para protestar por la presencia del Rey. Los Mossos cortaron las calles adyacentes al Palau de la Música e impidieron el acceso a los manifestantes, pero el sonido de los pitos y las cucharas contra las cazuelas se oyó por toda la zona cuando la caravana oficial arribó al auditorio.
El Rey llegó de Madrid, acompañado por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Ambos fueron recibidos a las puertas del Palau por el ministro de Energía, Álvaro Nadal, el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, y el director general de GSMA, Mats Granryd. Dentro del edificio, saludaron al
FUTURO El jefe del Estado pidió que el MWC consolide su proyección y que lo haga desde Barcelona
APLAUSÓMETRO La alcaldesa, a diferencia del president del Parlament, aplaudió las palabras de Felipe VI
Monarca una docena de invitados, entre los que se encontraba la alcaldesa de l’Hospitalet –término en que se ubica el recinto ferial que alberga el MWC–, Núria Marín, y el director general de la Fundación Mobile World Capital Barcelona, Carles Grau, junto al presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, el ministro egipcio de Comunicaciones, la ministra pakistaní de Información, el embajador de China y José Luis Bonet, presidente de la Fira.
Nada más entrar, sin embargo, el Rey se dirigió al jefe de los Mossos d’Esquadra, Ferran López, a quien saludó después de que este se cuadrara.
Inmediatamente después de finalizar los saludos y mientras el Rey accedía a la sala donde se encontraban a la espera el resto de los doscientos invitados, hicieron su entrada en el Palau de la Música Ada Colau y Roger Torrent. Fueron los últimos en llegar.
No hubo saludo en la calle, pero sí en el interior del Palau de la Música. La alcaldesa de Barcelona llevó a cabo su plante institucional y, como había anunciado, no recibió al Rey cuando este llegó a las puertas del auditorio; tampoco lo hizo el presidente del Parlament, que portaba un pin con el lazo amarillo en la solapa, pero coincidieron con el cóctel previo a la cena inaugural. La alcaldesa de Barcelona se dirigió hacía el Rey para saludarle y, según testigos presenciales, le explicó las razones por las que no había estado en el recibimiento oficial. El Rey atendió sus razones, pero al mismo tiempo apeló, como haría en su discurso, a la necesaria colaboración institucional.
El presidente del Parlament no cruzó palabra con el Rey y durante el tiempo previo a la cena se le vio hablando con el exalcalde de Barcelona Xavier Trias y otros invitados. No hubo más ocasión para el encuentro, ya que en la disposición de la mesa presidencial, el Rey estuvo sentado entre la vicepresidenta del Gobierno y el director general del GSMA, Mats Granryd, la sociedad que representa a las principales operadoras de telefonía móvil del mundo y anfitriona de la cena de bienvenida junto a la Fundación Mobile World Capital Barcelona que preside la alcaldesa Ada Colau. Enfrente del Rey, el ministro Nadal que tenía a su derecha a Roger Torrent y Ada Colau. A diferencia de la alcaldesa de Barcelona, el presidente del Parlament no aplaudió cuando el Rey hizo un llamamiento a mantener una “firme cooperación” entre el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona “con el objetivo claro y en beneficio de todos, para que esta ciudad prolongue su historia de “éxito continuado” como sede del MWC.
En su discurso, el Rey utilizó básicamente el inglés, idioma oficial del MWC, pero intercaló algunas frases en castellano y fue, en catalán, como enfatizó la necesidad del compromiso entre todas las administraciones “para que este encuentro siga consolidando de cara al futuro su proyección e influencia a todo el mundo; y lo haga desde aquí mismo, desde Barcelona, candidata para albergar el centro tecnológico europeo que desarrolle la tecnología 5G”.
En sus palabras ante los invitados a la cena, además de darles la bienvenida y apostar por la celebración del congreso, la alcaldesa hizo una breve alusión a la situación política.
“El último año no ha sido fácil ni para Catalunya ni para España”, dijo, y refiriéndose a Barcelona aseguró: “Somos una ciudad de paz y de solidaridad y estamos totalmente comprometidos con la libertad de expresión y los derechos humanos”.
El presidente del Grupo Banco Mundial y el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital acotaron sus discursos a la transformación digital. Entre los invitados se encontraban los presidentes de las compañías de comunicación más importantes del mundo.
Todos degustaron un menú, servido por Mercès, compuesto por espiral de verduras con aceite caviaroli, merluza a la provenzal, textura de chocolates, vinos y cava con el que, lejos de discrepancias, se brindó por el MWC y por Barcelona.
RECIBIMIENTO El Monarca y la vicepresidenta del Gobierno fueron recibidos por el ministro Nadal y el delegado Millo
AUTORIDAD Ferran López, jefe de los Mossos d’Esquadra, se cuadró a la llegada del Rey y las autoridades