El Gobierno tacha de sectario el plante a Felipe VI
Los Mossos toman el centro de Barcelona ante las protestas
El pulso político entre las autoridades catalanas y el Gobierno central, cuyo último episodio fue el plante al Rey del president del Parlament, Roger Torrent, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se reflejó en las calles con la llegada del monarca a Barcelona. Mientras los líderes políticos cruzaban duras acusaciones, en la calle, los Comitès de Defensa de la República (CDR), la ANC y Òmnium Cultural organizaron ruidosos comités de no bienvenida y caceroladas para mostrar su rechazo a la presencia de Felipe VI, y la Coordinadora por Tabarnia intentó contrarrestarlo con una concentración en plaza Catalunya. El fuerte dispositivo de seguridad desplegado por los Mossos blindó la zona y evitó que los manifestantes pudieran acercarse.
El Gobierno quiso tomar la iniciativa en la respuesta a la actuación de Colau y Torrent y arremetió contra ellos, a los que acusó de actitud sectaria y mezquina. Así, fuentes del Ejecutivo deploraron “la actitud irresponsable y sectaria” del president del Parlament y la alcaldesa de Barcelona, por unos desplantes “injustos y mezquinos”. Además, el Ejecutivo advirtió a las autoridades catalanas de que esa actitud “pone en riesgo que Barcelona pueda seguir albergando en el futuro un evento global de tanta importancia”.
Para el Gobierno de Mariano Rajoy, es incomprensible que se ponga en peligro la continuidad de este congreso por una cuestión partidista, más cuando a su juicio, “Barcelona se juega mucho estos días”, porque todos los ojos estarán puestos en el MWC “de cuyo éxito dependerá su permanencia en Barcelona”. Según el Gobierno, la presencia del Rey en Barcelona “simboliza el apoyo de la Corona y del conjunto de España al Mobile World Congress” y por extensión, al “desarrollo y pujanza de la economía catalana”.
A pesar de las duras palabras del Gobierno, la alcaldesa ratificó su postura en un escrito que hizo público en las redes sociales: “En una democracia avanzada cualquier cargo público, el Rey también, ha de poder ser criticado y cuestionado. Más si no es un cargo electo democráticamente sino hereditario. Por todo ello, hoy y mañana coincidiré cordialmente con el Rey, pero no participaré en el besamanos que, como el propio nombre indica, es un acto de pleitesía y vasallaje impropio de una democracia del siglo XXI”.
A las críticas al jefe del Estado se sumó también Carles Puigdemont, desde Bruselas. “El rey Felipe VI será bienvenido a la república catalana como máxima autoridad de España cuando pida perdón por su papel inconstitucional el pasado mes de octubre”, tuiteó. Un mensaje inmediatamente respondido por Albert Rivera, que también en Twitter escribió: “Los golpistas son los que deberían pedir perdón. Gracias al jefe de Esta-
TOQUE DE ATENCIÓN El Ejecutivo advierte que la actitud de Colau y Torrent pone en riesgo MWC
COLAU SE REAFIRMA La alcaldesa reivindica que en democracia la Corona ha de poder ser criticada
do por apoyar a Barcelona y estar al lado de los demócratas catalanes”.
La tensión política tuvo su reflejo en las calles, donde independentistas y defensores de Tabarnia se increparon mutuamente en el centro de Barcelona, sin que la cosa llegase a mayores. A las 17 h los Mossos cortaron la Via Laietana y todos sus accesos mientras centenares de manifestantes se concentraban en la plaza Urquinaona y las calles Jonqueres, Ortigosa, Sant Pere més Alt, Mare de Déu del Pilar, Verdaguer i Callís, Sant Pere més Baix, Comtal y la avenida Francesc Cambó. Armados con cazos, cazuelas y sartenes, cucharas y cucharones, silbatos, bocinas, flautas, carracas y mucho amarillo, protestaron insistentemente durante toda la tarde por la presencia del monarca. “Fora el Borbó!” y “Presos polítics llibertat!” fueron las frases más coreadas. Se vivieron algunos momentos de tensión, especialmente en la calle Comtal, cuando los manifestantes intentaron atravesar el cordón policial y los Mossos sacaron sus porras. El Sistema de Emergencias Médicas de Cataluña (SEM) informó de 19 heridos leves. La Coordinadora por Tabarnia logró congregar a medio centenar de simpatizantes ataviados con banderas españolas. Los vivas al Rey y a la Guardia Civil se combinaron con los de “Puigdemont a prisión”. También se registró algún que otro rifirrafe entre partidarios y detractores de la Corona cuando los manifestantes coincidían, pero no pasó de la batalla dialéctica.