El Barcelona se impone al Liceo (1-2) y se hace con la Copa
Dos goles a pelota parada dan la 22.ª Copa a los blaugrana
“Chencho celebraba hoy su cumpleaños, y ha sido él quien nos ha hecho un regalo maravilloso, increíble”, decía agradecido Edu Castro, el técnico blaugrana que se ha estrenado esta temporada en el banquillo del Palau, en sustitución de Ricard Muñoz. Chencho no es el niño perdido de La gran familia; es el otro niño –33 años desde ayer– de la familia blaugrana, el mallorquín Sergio Fernández, que se turna en la portería con el Pulpo Aitor Egurrola, y que ayer dio la Copa por culpa de sus paradas al Barça Lassa: 22.º título y tercero consecutivo para el rey de Copas.
Los especialistas, analistas y técnicos sostenían antes de la final de Lloret entre el líder y el segundo de la OK Liga que sería un partido que se llevaría el que tuviera mejor portería. Un duelo entre dos de los mejores guardametas del continente, Sergio Fernández y Xavi Malián. Si el de Sant Hipòlit de Voltregà estuvo espléndido frenando a los lanzadores blaugrana, el de Calvià fue un auténtico muro: paró cuatro faltas directas –a Payero, Josep Lamas, Torres y Edu Lamas– y un penalti –a Sergi Miras–, que desquiciaron a los verdes y dio a los catalanes el segundo título del curso, después de la Supercopa española.
“Ha sido trabajo de todo el equipo; el Liceo tiene un equipazo, pero les ha costado llegar, y entre Pulpo (Egurrola) y yo estamos para resolver los pocos fallos”, se quitaba méritos Fernández, satisfecho de levantar su 5.ª Copa de blaugrana y 7.ª en su palmarés.
La final fue vibrante, haciendo honor a este clásico del hockey patines, que tenía como único precedente esta temporada la victoria blaugrana en el Palau (3-1) en noviembre en la OK Liga. Se enfrentaban dos conceptos diferentes de juego, pero con sendas defensas fortísimas, las dos mejores del campeonato. Aun así, los 50 minutos fueron un toma y daca, una réplica y contrarréplica constante, con un primer tiempo muy igualado en ocasiones (una pelota al palo cada equipo, dos faltas directas paradas por Chencho y una por Mali) que se cerró con empate sin goles...
Aunque no porque no entrase ningún chut. El francés Di Benedetto anotó para el Liceo a los 20 minutos, pero los árbitros, Óscar Valverde y Germán Sandoval, lo anularon por bola alta. Una acción que fue muy protestada por el banquillo y los jugadores verdes, porque podría haber cambiado el signo del partido. Sobre todo porque, en el intercambio de golpes, el Liceo era ligeramente superior a los puntos.
En el segundo tiempo el juego fue todavía más eléctrico. A los dos minutos, un penalti sobre Matías Pascual lo anotó Sergi Panadero, y dos minutos después Pau Bargalló ponía el 0-2 con un potentísimo disparo de falta directa. El Barça asestaba un golpe psicológico al Liceo, del que Juan Copa, el técnico gallego, pretendía recuperar a los suyos. “Si nos volvemos locos y nos hacen el tercero estamos jodidos; podemos hacerlo, con el 1-2 habrá partido”, intentaba animar a sus jugadores.
Y tanto si hubo partido. Pero primero el Liceo tenía que estrellarse un par de veces más contra Fernández. Sergi Miras tuvo el empate en un penalti a los 6 minutos que detuvo Chencho ,yunminuto después paraba una falta directa a Torres en una doble actuación. “Este tío lo para todo”, se desesperaba Copa. Fue Di Benedetto quien encontró el gol, en un rechace recogido al vuelo, para recortar distancias (1-2). Faltaban 13 minutos. El Liceo fue con todo a por el empate y el Barça aguantó con solidez, sostenido por el muro de Chencho, a la vez que tuvo ocasiones de ampliar la renta, como una bola al palo de Pascual.
“Es una lástima, porque hemos competido muy bien; ellos han estado más acertados a bola parada, y eso es muy decisivo en el hockey actual. Y a Chencho hay que felicitarlo”, admitía Edu Lamas, que había sido del Barça hasta el curso pasado y no pudo ayudar al Liceo a levantar su primera Copa 14 años después. Los coruñeses no llegaban a una final de Copa –y no la ganan– desde el 2004. En estos mismos años, el Barça ha conquistado 7 en 11 finales.
SERGIO FERNÁNDEZ, CLAVE
El portero blaugrana, escogido MVP de la final, paró cuatro faltas directas y un penalti al Liceo
JUGADA POLÉMICA
Con empate a cero, los árbitros anularon un gol a Carlo di Benedetto por bola alta, muy protestado