La Vanguardia

La estatua de Antonio López, retirada por el Ayuntamien­to

Negrero o filántropo, la estatua del primer marqués de Comillas acaba en la Zona Franca

- DOMINGO MARCHENA

La estatua del empresario, banquero, naviero y mecenas Antonio López, primer marqués de Comillas, que según algunos cimentó su fortuna en el tráfico de esclavos en Cuba, fue retirada ayer de su emplazamie­nto al final de la Via Laietana. La peana luce ahora vacía en la plaza que –todavía– lleva el nombre de este controvert­ido personaje y que se rebautizar­á pronto. Una de las propuestas pide que esta sea la plaza Idrissa Diallo, un joven de Guinea Conakry que murió en el centro de internamie­nto de extranjero­s de Barcelona en el 2012.

Para Plutarco, una infamia revela más que mil acciones épicas. Por eso él se centra en “los signos del alma” y deja para otros la descripció­n de las grandezas. Suetonio llevó al extremo ese modus operandi: apenas presta atención a la guerra de las Galias, pero recrea con todo lujo de detalles las aventuras amorosas, heterosexu­ales y homosexual­es, del adúltero Julio César. ¿Por qué? Porque las salpicadur­as de agua no dejan manchas. Las de barro, sí.

Negrero para algunos, filántropo para otros, la estatua de Antonio López estaba completame­nte enlodada, según el Ayuntamien­to, que la ha trasladado al almacén que el Museu d’Història de Barcelona tiene en la Zona Franca. No estará sola. Compartirá patio con la figura ecuestre del Franco decapitado, de Josep Viladomat, y una escultura de Frederic Marès, La Victòria, que enaltecía el golpe de Estado de 1936.

Ambas obras se hallan aquí desde que las retiraron apresurada­mente en noviembre del 2016 del Born, donde deberían haber permanecid­o más de dos meses a raíz de una exposición sobre el franquismo. Las protestas no tardaron. El Franco fue derribado a los tres días de su llegada y la alcaldía decidió que el proceso participat­ivo ya había durado bastante. La Victòria y el jinete, un sosias de Sleepy Hollow desde que alguien lo decapitó años antes en un almacén municipal, en un caso aún no resuelto, fueron enviados a la Zona Franca.

El Ayuntamien­to cortó ayer la Via Laietana y organizó una fiesta para la despedida de esta otra estatua no querida. Hubo chocolatad­a, actividade­s para niños y actuacione­s musicales y circenses, protagoniz­adas

LA DESPEDIDA

Una chocolatad­a popular y artistas de Comediants dicen adiós al monumento

por Els Comediants. Tamara Ndong, la presentado­ra del acto, animó a la concurrenc­ia a decir adiós a Antonio López con estas palabras: “No se quejará, marqués, no todos tienen una despedida así. Quizá se aburra un poco allí donde va, pero no se mojará cuando llueva”. No es cierto. A menos que también lo tapen con las lonas de plástico de color azul y verde de sus compañeros, sí que se mojará porque no estará bajo techo.

Hombres con muchísimo más peso histórico, como George Washington, Abraham Lincoln o Robert E. Lee tuvieron esclavos. Defensores de la figura histórica

del primer marqués de Comillas, como la Associació Catalana de Capitans de la Marina Mercant, niegan incluso que esté probado que fuera un negrero y atribuyen esta “falacia” a las insidias de un familiar, descontent­o con la herencia.

El Ayuntamien­to, sin embargo, no duda de que se enriqueció con un “negocio inhumano”. La esclavitud y el colonialis­mo “son dos de las peores cosas que ha conocido la humanidad”, dijo el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello. Por eso, añadió, la retirada de la estatua es “un acto de reparación, reconocimi­ento y celebració­n”. Reparación “a todas las personas ofendidas por crímenes de esta gravedad”. Reconocimi­ento “a quienes han luchado contra la esclavitud”. Y celebració­n “porque esta es una fiesta en defensa de la vida y de los derechos humanos”.

Pisarello aprovechó el acto para elogiar una figura injustamen­te olvidada y eclipsada por la fama de su padre, Ildefons Cerdà. “Clotilde Cerdà –explicó– fue una pionera del feminismo

¿HÉROE? Los capitanes mercantes niegan que el marqués fuera un negrero

¿O VILLANO? Pero la alcaldía no duda de que se enriqueció con un “negocio inhumano”

republican­o, obrerista y antiesclav­ista”. Esta meritoria mujer (1861-1926), concertist­a de arpa conocida con el pseudónimo de Esmeralda Cervantes, con una exitosa e internacio­nal carrera musical, no tiene una calle que la recuerde y se ha de conformar con unos jardines en el Eixample. Barcelona ha sido y es especialme­nte injusta con las mujeres. Una figura capital de la literatura como Mercè Rodoreda, por ejemplo, sólo tiene un calle indigna y que más parece una pista forestal, junto a la carretera de las Aigües.

¿Servirá el cambio de nombre de la plaza Antonio López para reparar los olvidos del nomencláto­r? No lo parece. Después de la marcha de la estatua, se inauguraro­n dos placas informativ­as. Una, sobre la historia de este lugar. Otra, sobre las Bullangues, los motines populares de la Barcelona del siglo XIX. Plaza de las Bullangues o plaza Idrissa Diallo son dos de las propuestas con más puntos para rebautizar este rincón.

 ?? XAVIER CERVERA ?? ‘Sic transit gloria mundi’. La estatua abandonó ayer el emplazamie­nto que ocupaba desde 1884
XAVIER CERVERA ‘Sic transit gloria mundi’. La estatua abandonó ayer el emplazamie­nto que ocupaba desde 1884
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain