Merkel será canciller por cuarta vez tras recibir luz verde del SPD
El 66% de los militantes socialdemócratas votan a favor de otra gran coalición
Hacia las nueve de la mañana de ayer, la canciller de Alemania en funciones, Angela Merkel, respiró por fin tranquila. Poco después de esa hora, el Partido Socialdemócrata (SPD) anunciaba el resultado de la prometida consulta vinculante a sus afiliados sobre un gobierno de gran coalición con el bloque conservador que encabeza la líder democristiana. Con el corazón roto, a juzgar por las convulsiones internas de las últimas semanas, la militancia socialdemócrata optó mayoritariamente por decir sí.
De resultas de la superación de este último requisito, Angela Merkel, de 63 años, que lleva doce años y tres meses en el poder, obtendrá un cuarto mandato como canciller. La fecha probable para su investidura en el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento) será el miércoles 14. Para entonces habrán pasado casi seis meses desde las elecciones del pasado 24 de septiembre, en las que el bloque conservador de Merkel cosechó una frágil victoria. Termina pues el bloqueo político en la primera economía de Europa.
“Felicito al SPD por este claro resultado, y me congratulo por la continuidad de nuestra cooperación por el bien de nuestro país”, declaró Merkel en un tuit colgado en la cuenta oficial de su partido, la democristiana CDU. El resultado del referéndum socialdemócrata fue en verdad claro, en el sentido de que –vista la corriente de oposición interna a la gran coalición, capitaneada por las juventudes del partido, los Jusos–, el balance fue al final menos ajustado de lo que se esperaba. Un total de 239.604 afiliados –un 66,02% de las papeletas válidas– votó a favor del pacto de gobierno del SPD con la CDU y su socia histórica, la socialcristiana CSU bávara, frente a 123.329 militantes que optaron por el no, es decir, el 33,98%.
Olaf Scholz –presidente interino del partido tras la marcha a mediados de febrero del hasta entonces líder, Martin Schulz– comentó el resultado en la sede central del SPD en Berlín, después de que el tesorero de la formación diera todas las cifras. “Ahora tenemos claridad, el SPD formará parte del próximo gobierno de Alemania”, dijo Scholz, alcalde de Hamburgo, y que con altísima probabilidad será vicecanciller y ministro de Finanzas de ese nuevo Ejecutivo. “La decisión no ha sido fácil para el SPD –admitió ayer Olaf Scholz–. Durante el debate, nos hemos acercado más unos a otros en el partido, y eso nos da fuerza para el proceso de renovación en el que nos hemos embarcado”.
El debate interno al que se refería Scholz es el que atravesó el SPD durante la trabajosa y doliente negociación para la gran coalición con la CDU/CSU, que culminó en el acuerdo con Merkel y los suyos alcanzado el pasado 7 de febrero, es decir, el texto sobre el que se pronunciaron los afiliados en la consulta. Merkel hizo en él algunas concesiones al SPD –entre ellas, el Ministerio de Finanzas–, pero entre muchos socialdemócratas cundía igualmente el descontento, pues tras el flojo resultado electoral en septiembre (20,5% de votos), Schulz y su equipo habían recetado una cura en la oposición. Pero, presionados en diversos frentes, se desdijeron después de que Merkel fracasara en su primer intento de tejer una coalición de gobierno con liberales y verdes.
Así pues, la democristiana Angela Merkel será investida canciller por cuarta vez, en el que será su tercer gabinete de gran coalición
“Ahora tenemos claridad”, dice Olaf Scholz, líder interino del SPD y probable ministro de Finanzas
con el SPD, que en puridad es un tripartito, pues incluye a la CSU bávara. Ya gobernaron los tres juntos en el primer mandato de Merkel (2005-2009) y en la última legislatura (2013-2017), mientras que en el segundo mandato (20092013), la CDU/CSU gobernó con los liberales del FDP.
Olaf Scholz indicó que esta semana el SPD dará a conocer los nombres de los seis ministros que le corresponden según el pacto (Finanzas, Exteriores, Trabajo, Familia, Justicia y Medio Ambiente), y que “serán tres mujeres y tres hombres, con algunos rostros nuevos y otros presentes en el Ejecutivo anterior”. Una de las incógnitas es si Sigmar Gabriel seguirá de ministro de Exteriores, la cartera que ambicionaba Schulz y de la que tuvo que desistir también.