Radicales libres
Leticia Dolera defiende sus planteamientos feministas al hilo de su libro sobre el tema, ‘Morder la manzana’
La actriz y cineasta barcelonesa Leticia Dolera, una de las voces más audibles del movimiento feminista, que –dice– “también libera a los hombres”, publica Morder la manzana, un libro en el que formula su encendida defensa de los derechos de las mujeres.
Si por radical se entiende ir a la raíz de los problemas, sí puede decirse que soy una feminista radical”, declara Leticia Dolera. Gracias a esa radicalidad, así como a su gancho mediático, la actriz y cineasta barcelonesa es hoy una de las voces más audibles del movimiento por los derechos de las mujeres. Un movimiento heredero del impulsado en los 70, que ella tanto admira, pero adaptado a las realidades y percepciones del siglo XXI. “El feminismo también libera a los hombres”. “El machismo se hace más patente cuando hay dinero”, dice por ejemplo Dolera en su charla con La Vanguardia en torno al libro que sobre el tema acaba de publicar: Morder la manzana (Planeta).
La intérprete y cineasta devino en abanderada de la lucha contra las agresiones a las mujeres y a favor de la igualdad de género cuando hace unos meses denunció abusos en los inicios de su carrera. Ocurrió cuando acababa de hacerse famosa con la serie televisiva Al salir de clase, indicó. Y sin dar detalles personales porque había pasado demasiado tiempo y el posible delito estaba prescrito, dijo que fue un director el que se propasó con ella –tocándole los pechos– en una fiesta. En el momento, ella le llamó cerdo y ya: era muy joven y se vio sola ante su agresor y los tipos que lo acompañaban.
Ahora, Dolera explica cómo y por qué se vio impelida a utilizar “el altavoz” que le da su profesión para combatir el machismo de modo más eficaz. “Fue cuando empezaba a buscar financiación para mi primera película (Requisitos para ser una persona normal). Enseguida percibí paternalismo y desconfianza hacia mí como mujer joven que escribe y dirige. No me pasó en todos los despachos, pero sí en unos cuantos. Me preguntaban si había escrito e iba a dirigir la peli yo sola. Y cuando había alguna cuestión técnica se dirigían a mis productores”.
La cineasta tuvo claro que si hubiera sido hombre no la habrían tratado con esa mezcla de reparos y condescendencia. “Eso tiene que ver con el hecho de que, cuando entra el capital porque se necesita una inversión, es cuando el machismo se hace más palpable”, concluye.
El machismo es por otro lado “transversal”; no entiende “ni de clases sociales ni de izquierdas o derechas”, dice la artista. Y el feminismo no es sólo cosa de mujeres. Porque, si bien el patriarcado tiene como grandes víctimas a las mujeres, el movimiento en contra “también rompe con una construcción de la masculinidad hegemónica que encierra
“El feminismo también libera a los hombres al romper con el concepto de masculinidad que los limita y los enjaula”
a los hombres en otro tipo de jaula; aquélla donde el varón no puede sentir miedo, ha de ser capaz de ejercer la violencia cuando sea, no debe hablar de sentimientos ni mostrarse vulnerable; tiene que ser el que trae el pan a casa y mandan en ella porque si no, si es su pareja femenina la que un día dice lo que hay que hacer, es un calzonazos”. Una idea tonta pero aún vigente.
Dolera está escribiendo su próxima película, que de nuevo dirigirá y protagonizará ella misma. No dice más de momento, salvo que los papeles principales son de personajes femeninos. ¿Volverán a tratarla con reticencias cuándo busque capital? Tal vez menos que la primera vez.