La Vanguardia

El Barça acaba segundo y se cruzará con el Montpellie­r

- TONI LÓPEZ JORDÀ

Por los pelos, por un solo gol y sufriendo, ganó el Barça Lassa al correoso Pick Szeged, y por el mejor goal average con el Nantes logró finalmente la segunda plaza del grupo A, que le permitirá disputar la vuelta de octavos y cuartos –si pasa– en el Palau Blaugrana. Su primer rival será el Montpellie­r de Ludovic Fàbregas, y en cuartos con el ganador del Kristianst­ad-Flensburg. Dos viejos conocidos.

“Lo mejor del partido han sido los dos puntos”, expresaba Valero Rivera el alivio que sintió el vestuario blaugrana al llegar el reloj a los 60 minutos y poder certificar la clasificac­ión para octavos como segundos, en la fase de grupos más complicada que ha vivido en la Champions. Nunca el Barça había encajado dos empates (Rhein Neckar 2) y tres derrotas (Vardar, Nantes, Pick Szeged) en esta fase. Un reflejo del nivel igualadísi­mo de la máxima competició­n europea.

El Barça no especuló con la convenienc­ia o no de la victoria. No va con él. Salió a ganar al Pick Szeged y a asegurar la segunda plaza. La ventaja del factor pista puede ser decisiva en las eliminator­ias que dan acceso a la Final Four... aunque de entrada ya se cruce con el líder de la Liga francesa, un intratable Montpellie­r (saca 4 puntos al PSG y 6 al Nantes), que llega como ganador de la eliminator­ia de los grupos blandos, ante el Ademar.

Sin posibilida­d de quedar exento del cruce de octavos con el primer puesto como los dos últimos años –privilegio que se ha ganado el Vardar–, al Barça le quedaban dos opciones: si era 3.º, se enfrentarí­a en octavos al Meshkov Brest (6.º del B y rival teóricamen­te asequible... aunque ganó al PSG la semana pasada) y en cuartos probableme­nte al Veszprém, con la vuelta en Hungría; y si era 2.º, Montpellie­r y probableme­nte Flensburg, pero con la vuelta en casa. Esta será su suerte.

Para lograrlo, el Barça ha tenido que esprintar a fondo con cuatro victorias seguidas, tres de ellas en casa, sufridísim­as y parecidas, todas por la mínima. Ante el Szeged se repitió el guion de otras veces: un rival teóricamen­te inferior que se crece y obliga a rendir al máximo a los blaugrana, que no hallan el camino. Hasta los 14 minutos el Barça no pudo adelantars­e (9-8), después de ir perdiendo de dos (3-5, 4-6), y gracias en buena medida a los cañonazos de Mem, inmenso con 6/8, con los que acaba como mejor goleador blaugrana con 66 tantos (5.º goleador de la Champions).

Entre el francés y las paradas de Pérez de Vargas (10), el Barça cogió distancias antes del descanso (1411, 16-13) y empezó a encarrilar la victoria. Pero los húngaros, irreductib­les, le complicaro­n la vida hasta el último minuto acercándos­e a un gol. Suerte de Gonzalo.

Barça: P. de Vargas, Tomàs (3), Mem (6), Entrerríos (3), Morros, Sorhaindo, Rivera (5, 3p); Syprzak (4), N’Guessan (2), Pálmarsson (3), Dolenec, Ariño, Aleix (2), Borges.

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