El PP pide al PSOE que imite al SPD
Si los presupuestos son tan importantes que merecerían que el presidente presentara una cuestión de confianza en caso de que no logre presentarlos ante las Cortes, lo que debería hacer el PSOE, en lugar de amenazar, es prestar cinco diputados al PP para que las cuentas del Estado salgan adelante. Fue la respuesta del PP, a través de su vicesecretario Javier Maroto, al planteamiento del secretario general del PSOE. Lo que no es lógico, entiende el PP, es que exija que haya presupuestos pero se niegue a negociarlos. Y de ahí, el mensaje lanzado ayer por Maroto, y expresado también por Mariano Rajoy: mostrarle al PSOE el camino que han seguido los socialdemócratas alemanes hasta apoyar la investidura de la Canciller alemana, Angela Merkel y, a partir de esa lección, pedirles que dialoguen, que negocien con el Gobierno, que sean exigentes en esa negociación, y que después hagan la oposición tan dura como quieran. A juicio de Rajoy, ese comportamiento de los socialistas alemanes “revela el nivel de la clase política alemana y por eso Alemania es un gran país. Y es que –dijo Rajoy–, de lo que se trata es de atender los problemas de la gente“. Para Rajoy, los partidos sirven “si son útiles en el Gobierno y en la oposición”. Rajoy, que ayer viajó a Extremadura, no incluía estas palabra en su discurso pero escuchar al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, durante la firma del convenio de colaboración Estado Junta de Extremadura en materia ferroviaria, le dio pie a ello. Fernández Vara, que coincidió con Rajoy en la necesidad de recuperar el Fondo de Compensación Interterritorial, subrayó el “papel esencial” del Estado, para lograr la cohesión en un país dividido territorialmente. Un discurso
que gustó mucho a al presidente, sobre todo cuando Vara criticó que se ponga más en valor “lo que nos diferencia, que lo que nos une”. Para el presidente extremeño, “si sólo ponemos en valor lo que nos diferencia y lo que nos separa, la gobernanza de lo común va a ser complicada, porque los tiempos de las mayorías absolutas han dado paso a escenarios que exigen acuerdos y diálogo”. Y advirtió: “Cuantas más trincheras se levanten hasta las elecciones, más difícil será que al día siguiente nos podamos entender”. Palabras que lógicamente agradaron a Rajoy ante la difícil estabilidad de su Gobierno y un primera partido de la oposición, el PSOE que dice no a casi todo.