La Vanguardia

La revolución será feminista o no será

- Maria Ripoll

Paseando por la playa de Sant Adrià, frente a las tres chimeneas, dos artistas contemplan desde cierta distancia el grafiti que están pintando: “La Revolución será Feminista o no será”. Charlo con ellos: son dos jóvenes sensibles por lo que ocurre a su alrededor, abiertos a una realidad que se palpa y que se respira por todos lados.

El cine no es una excepción. El Oscar a la mejor interpreta­ción femenina ha sido para esa brutal madre, luchadora, nada victimista e incluso con pocos escrúpulos, que interpreta Frances McDormand. Resultó especialme­nte emocionant­e el momento en el que la actriz, al recoger el premio, pidió a

todas las mujeres actrices, directoras, productora­s, editoras, directoras de fotografía, diseñadora­s de vestuario, directoras de arte, compositor­as… que se pusieran en pie. Todas, dijo, tienen/tenemos historias que contar y proyectos que financiar, historias que merecen ser escuchadas porque, y esto lo añado yo, las mujeres somos contadoras de cuentos por naturaleza, lo llevamos en la piel y corren por nuestras venas personajes de carne y hueso, más humanos y menos violentos.

Los temas, tramas y personajes están cambiando porque los gustos de hombres y mujeres son distintos y casi un 80% de los consumidor­es de cine son mujeres. Como cineastas tenemos la obligación de cambiar las historias para acercarlas a la realidad de las mujeres de hoy, para que puedan sentirse identifica­das con las protagonis­tas de las películas y, sobre todo, para que la industria de Hollywood, la más influencia­ble del mundo, cuente con nosotras y hable mujer. Esta es nuestra revolución.

Fue una pena que Greta Gerwig, nominada a la mejor dirección por su Lady Bird, no se llevara el premio. Greta fue nuestra queridísim­a Frances Ha y ahora es una directora con una potente voz propia que nos acerca de una manera intima y franca a esa relación tan complicada y universal como es la de madre e hija. No ha conseguido ser la segunda mujer en ganar el Oscar a la mejor dirección. Lástima. En sus 90 años de historia sólo lo ha logrado una directora, Kathryn Bigelow. Cuando le dieron el premio fue para mí un momento triste y duro. Sí, por fin ganaba una mujer pero con En tierra hostil, una película bélica y muy masculina que me desesperó y disgustó. Como digo,

Los temas y personajes están cambiando porque el 80% del público es mujer

fue un premio contradict­orio y triste a la vez. Aunque más triste ha sido que ahora Kathryn Bigelow, con un peliculón sobre el racismo y la igualdad como es Detroit, no haya sido ni siquiera nominada.

En los EE.UU. de Trump, los derechos civiles, sociales, humanos y de genero prácticame­nte no existen. Ya en el 2002, cuando rodé mi segunda película, Tortilla Soup ,en Los Ángeles, viví discrimina­ción por ser mujer, la única vez en toda mi carrera. No es de extrañar que el movimiento Time’s Up salga con tanta fuerza en Hollywood. Hay mucho trabajo que hacer. Gracias Frances McDormand, gracias señores grafiteros. Calentando motores para el 8 de marzo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain