La Vanguardia

El PSG consuma su fracaso y cae humillado por el Madrid (1-2)

El Madrid supera con facilidad a un PSG que sin Neymar fue muy poco

- CARLOS NOVO

El Madrid logró sin demasiado sufrimient­o la clasificac­ión para los cuartos de final en París ante un PSG que sin Neymar fue bastante menos fiero de lo que anunciaban sus bravatas de los días precedente­s. Al Madrid le bastó con un partido contenido, jugado con mucho oficio desde una defensa muy ordenada que concedió muy poco. Sentenció el partido y la eliminator­ia en el segundo tiempo, a la que apareció Cristiano para proseguir su idilio con la competició­n. Al final, con la justa expulsión de Verratti , el Madrid tuvo ocasiones de sobra para golear, pero se estrelló en los postes y le valió con imponerse por la mínima. El PSG no perdía en casa desde abril del 2016.

Creado a golpe de talonario pafue ra ser alguien en la Champions, el PSG vuelve a abandonar la pelea por el título a las primeras de cambio, cuando el camino se empina. Su fracaso probableme­nte le costará el puesto a Unai Emery, que no ha dado con la tecla en ninguno de los dos partidos.

La pasión y el frenesí del PSG patrimonio de la grada, con dos fondos de ultras que poblaron el estadio de humo y bengalas y que no pararon de berrear durante los 90 minutos.

Para el Madrid, el pase a cuartos otorga al equipo unas cuantas semanas más de tranquilid­ad y habla ahora de la versatilid­ad de Zidane, capaz por fin de poner fin a su hasta ahora querida BBC. El tridente se ha roto por Bale, el eslabón más débil de la cadena, que ya no jugó de inicio en Madrid y de nuevo fue suplente en el Parque de los Príncipes.

La apuesta por un 4-4-2 le salió de cine a Zidane porque el equipo controló bastante bien el juego. Kroos y Modric tampoco estuvieron de salida y se impuso la nueva fórmula de un doble pivote con Casemiro y Kovacic, con Lucas Vázquez y Asensio por las bandas. El PSG fue un libro abierto de principio a fin. La salida del balón le correspond­ió a Rabiot,

EL PICHICHI

Cristiano sentenció la eliminator­ia y ha marcado en todos los partidos de esta Champions

EL PLANTEAMIE­NTO

Bale fue otra vez suplente y el Madrid jugó un 4-4-2 con Casemiro, Asensio, Kovacic y Lucas Vázquez

uno de sus jóvenes de mayor talento y el peligro vino por las bandas, donde Di María trataba de pillar la espalda de Marcelo mientras Mbappé hacía lo propio con Carvajal. El campeón francés necesitaba dos goles, pero no salió a morder. Debió pensar Emery que era sumamente peligroso dejar grandes espacios y así el juego nació un tanto frenado en el centro del campo, con los dos equipos dispuestos a cuidar mucho el balón. La primera media hora fue casi impropia de un partido de alto voltaje de la Champions.

Al Madrid ya le iba bien ese juego con poca adrenalina, pero así tuvo las dos ocasiones más claras, una de Ramos en un balón muerto en el área que atajó Areola y sobre todo un mano a mano de Benzema que desperdici­ó con su natural pachorra ante el buen guardameta francés.

El susto pareció reactivar algo al PSG que forzó sus dos únicas ocasiones en los últimos cinco minutos del primer tiempo. Las dos de forma muy parecida, Di María y Mbappé llegaron a chutar sobre Keylor, que despejó las dos ocasiones con la solvencia de un portero de balonmano.

La segunda parte consumó enseguida el fracaso local. Asensio robó un balón en su campo y armó el contragolp­e que siguió con un centro preciso de Lucas Vázquez que Cristiano cabeceó a la red. Ahí acabó toda esperanza de remontada para el PSG, que enfangó aún más su juego con la expulsión de Verratti por protestar al árbitro una acción absurda.

Con uno más mandó el Madrid prácticame­nte a placer. Benzema siguió fallando ocasiones y los postes salvaron al PSG de un castigo mayor. Las cosas del fútbol, cuando peor lo tenía el cuadro local encontró el empate sin merecerlo, un balón que rebotó en Casemiro y tropezó en Cavani para acabar entrando mansamente.

No fue ni siquiera el canto del cisne porque el Madrid puso otra vez la directa. Entraron Kroos por Kovacic y Bale por Benzema y los blancos dominaron con rondos, cada vez más cerca de la portería. Un remate de Casemiro que tropezó en Marquinhos superó a Areola y llevó el 1-2 definitivo al marcador. Al Madrid costará echarlo de la Champions.

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Los jugadores del Real Madrid celebran el segundo gol de su equipo, obra de Casemiro, ayer en París
GONZALO FUENTES / REUTERS VUELTA DE LOS OCTAVOS DE FINAL DE LA LIGA DE CAMPEONES Los jugadores del Real Madrid celebran el segundo gol de su equipo, obra de Casemiro, ayer en París
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