Lenin cae en India
Los nacionalistas hindúes derriban en el norte de India una estatua del fundador de la URSS
La victoria en el estado de Tripura del BNJ, el partido nacionalista del primer ministro Narendra Modi, ha traído consigo el derrocamiento de la estatua de Lenin que, desde hace un lustro, se alzaba en la ciudad de Belonia.
Casi un siglo después de su muerte, el líder bolchevique Vladímir Lenin sigue siendo un símbolo político. En unas épocas animó revoluciones, en otras, movimientos a la contra. Así ocurrió el 6 de marzo de madrugada en Tripura, un estado del noreste de India.
Partidarios del partido gobernante BJP (Bharatiya Jarenda Party) utilizaron una excavadora para derribar una estatua del líder de la revolución de octubre en la ciudad de Belonia. El incidente recuerda pasajes históricos tan importantes como el fin de la URSS y el derribo de estatuas de jefes soviéticos o, más recientemente, la retirada de estatuas de Lenin en Ucrania tras la revolución del Maidán del 2014.
Los seguidores del nacionalista hindú BJP, formación del primer ministro Narendra Modi, celebraban de esta forma la victoria por mayoría absoluta en las elecciones regionales del 18 de febrero, que supusieron desalojar del poder al Partido Comunista (marxista) que había gobernado durante 25 años. El monumento a Lenin llevaba apenas un lustro en pie. Estaba en la céntrica plaza College de Belonia, una ciudad fronteriza con Bangladesh.
En los vídeos publicados por los periódicos indios se ve cómo la máquina tira de espaldas la figura de Lenin y cómo los asistentes al estatucidio vitorean la caída. Pero no queda claro quiénes fueron los responsables. Los comunistas han acusado a sus adversarios de fomentar la fobia hacia sus ideas. Pero los responsables del BJP niegan haber encargado el espectáculo y subrayan que Lenin cayó “por la indignación” de los indios, “oprimidos” por los comunistas.
En una entrevista con la televisión del portal Times Now News, el secretario del Interior del Gobierno de Modi, Rajnath Singh, hizo un llamamiento para mantener “la ley y el orden”, pero evitó condenar la acción.
Los nacionalistas del BJP han entrado este mes de marzo en tres gobiernos regionales del noreste del país, después de sus correspondientes elecciones celebradas en febrero.
En Nagaland y Meghalaya lo hizo gracias a negociaciones y pactos postelectorales, pero en Tripura se impuso con claridad al ser la formación más votada en una coalición que logró 34 de los 59 diputados de la asamblea estatal.
No es la primera vez que la figura del hombre que encabezó la creación de la URSS pierde el equilibrio. Cuando el imperio rojo se desintegraba, en 1991, los vientos de libertad empezaron a empujar las estatuas de los gerifaltes soviéticos. Tirarlas se convirtió en un símbolo del cambio de sistema político. Las excavadoras y las grúas se ensañaron sobre todo con los personajes que más revolvían las entrañas: el autoritario Iósif Stalin, cuya figura de granito rojo estuvo durante décadas al lado del teatro Bolshói de Moscú; y el creador de la Cheka, Félix Dzerzhinski, con una imponente escultura de bronce en la plaza de la Lubianka, frente al cuartel general del KGB. La mayoría de los monumentos derribados descansan hoy en el parque Muzeón, un jardíncementerio para estas esculturas.
También cayeron algunos monumentos a Lenin, pero en general salió bien parado de la furia de ese año. De hecho, en cada pueblo o ciudad de Rusia y del espacio postsoviético se ha mantenido una estatua del líder bolchevique, normalmente en una plaza importante.
Pero en el 2014, tras la revolución prooccidental del Maidán de Ucrania, se convirtió en objetivo. Tirar las estatuas de Vladímir Ílich Ulianov ha sido estos años una forma de decir adiós a todo lo ruso. El movimiento, que en esa exrepública soviética se ha bautizado como leninopad (caída de Lenin) y ha formado parte de la política de descomunización del país, finalizó en agosto del año pasado, cuando el Instituto de Monumentos Nacionales anunció que ya no quedaba ni una sola escultura del líder revolucionario que en 1917 cambió el mundo. “Se han desmontado 2.389 monumentos, 1.320 de los cuales eran de Lenin. Según nuestra información, ya no quedan Lenins en las ciudades, en el territorio que controla Ucrania”, dijo Vladímir Viatróvich, director de la institución al portal Liga.net.
Puede quedar alguna en pueblos pequeños o dentro de empresas, que no están registradas en los archivos estatales, admitió. Y, por supuesto, la estatua de Lenin sigue siendo un elemento central del mobiliario urbano en la península de Crimea, que Rusia se anexionó en marzo del 2014, y en las zonas rebeldes prorrusas del este de Ucrania, las controladas por las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Luhansk (RPL).
Aunque en Rusia la figura de Lenin es intocable, la idea de retirarle de las plazas ha llegado hasta las elecciones presidenciales del próximo 18 de marzo. El Consejo de Diputados del distrito de Yakimanka, en el centro de la capital, propusieron celebrar el mismo día de las elecciones un referéndum para quitar de la plaza Kalúzhskaya (llamada plaza de Octubre durante el régimen comunista) la enorme estatua de bronce de Lenin, y confinarla al parque Muzeón. Los comunistas y la fiscalía se han colocado enfrente, y un juez paró la iniciativa el mes pasado.
LENIN ES INTOCABLE En 1991, cayeron en Rusia figuras de gerifaltes como Stalin y Dzerzhinski
DESCOMUNIZACIÓN Ucrania ha retirado todas las estatuas del líder de la revolución de octubre