El estilo Maragall
Los vecinos del barrio del Raval sufren una grave situación debido al escandaloso asunto de los narcopisos. Este problema amenaza con echar por tierra años de esfuerzo político y de una ingente inversión de dinero público para dignificar una de las zonas más sensibles de Barcelona. El fracaso de las administraciones para atajar la impune ocupación de viviendas para dedicarlas al narcotráfico ha obligado a los vecinos a tomar las riendas con el consiguiente peligro de que el barrio se convierta en una ciudad sin ley.
Pensando en posibles soluciones a este preocupante conflicto, me imagino cómo hubiera actuado el mejor alcalde que ha tenido Barcelona en democracia. Estoy seguro de que Pasqual Maragall se hubiera arremangado, habría salido andando del despacho de la alcaldía para plantarse en mitad del barrio y ponerse al frente de la reivindicación vecinal reclamando un plan de choque inmediato a las administraciones responsables, empezando por la suya, la de la Guardia Urbana. No tengo dudas de que el seny i la rauxa que caracterizaba a Maragall se hubiera evidenciado en este tema.
El actual gobierno de Barcelona está muy lejos de esa manera de proceder en la actual crisis del Raval, a pesar de que sus miembros, empezando por la alcaldesa Colau, provienen de la lucha vecinal y de que algunos de los concejales de BComú sienten veneración por Maragall. Uno de estos convertidos a la fe maragalliana es el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, quien probablemente sea el fan número uno del alcalde olímpico dentro del gobierno municipal. Pisarello se ha documentado sobre la obra de Maragall hasta el punto que es un referente para su acción política.
Tanto es así que desde el Consistorio se quiso impulsar un reconocimiento público e institucional a la figura del alcalde Maragall y a la determinante transformación que impulsó en el Ayuntamiento de Barcelona desde el punto de vista de organización interna municipal como a la hora de tejer complicidades con todos los sectores de la ciudad, vecinales y empresariales. La fecha escogida para este reconocimiento fue el pasado 2 de diciembre, coincidiendo con el 35 aniversario de su nombramiento como alcalde en sustitución de Narcís Serra cuando fue designado ministro del primer gobierno de Felipe González en 1982. Pero el contexto político en Catalunya, con la convocatoria de las elecciones del 21 de diciembre, aconsejaron desconvocar el acto. No obstante, la voluntad del gobierno municipal de ensalzar la figura de Maragall es firme y se ha asignado el 9 de abril como nueva fecha para el acto. No pretende ser un homenaje, aunque participarán algunos de sus antiguos colaboradores, y se realizará en el Ateneu Barcelonès, una entidad muy emblemática para el exalcalde ya que su padre, Jordi Maragall, la presidió entre 1985 y 1989.
El Ateneu se ha implicado en la iniciativa sobre la que vuelve a planear el fantasma de la coyuntura política si para entonces no se ha aclarado la gobernanza de Catalunya. Es bueno repescar el legado de Maragall pero todavía es mucho mejor aplicar algunas de sus enseñanzas, sobre todo las positivas. Sería coherente con la intención de volver a poner de moda el estilo Maragall.
El Ateneu Barcelonès y el Ayuntamiento ensalzarán el legado de Pasqual Maragall en un acto el próximo mes