El cuadrado de seguridad
Los centrales Piqué y Umiti y los pivotes Busquets y Rakitic sujetan al Barça de Valverde
Entre el 25 de octubre del 2014, día en que Luis Suárez debutó en el Bernabeu después de su sanción por morder a un rival en el Mundial de Brasil, y el 2 de agosto del 2017 no hubo nada que definiese más al Barcelona que el tridente, tres delanteros capaces de marcar 355 goles en tres temporadas. Ese día Neymar comunicó que abonaba su cláusula de rescisión para fichar por el PSG. Valverde, tras ser demasiado débil en la Supercopa contra el Madrid, tuvo que agudizar el ingenio para repensar la fuerza del equipo.
Ya no podía poner al tridente ni al trío Messi-Iniesta-Xavi, podio del Balón de Oro del 2010. El plan no fue empezar la casa por el tejado – y con la llegada de Dembélé formar otro tridente–, sino construir un cuadrado de seguridad para dar estabilidad al equipo.
Los encargados para levantar los cuatro pilares fueron Piqué y Umtiti, los dos centrales, y Busquets y Rakitic, que con el 4-4-2 pasó a jugar centrado como segundo pivote. Con ellos, el Barcelona se ha hecho fuerte desde el núcleo central. Se han convertido en los hombres de confianza de Valverde, sin contar a Leo Messi y Suárez, básicos por su capacidad de decidir y marcar.
Durante las etapas de Guardiola y Luis Enrique eran muchos los equipos que para defenderse del Barça abandonaban las bandas para acumular hombres en el centro. Algo parecido hace ahora el Barça de Valverde, que se agrupa en esa zona de influencia sobre todo teniendo en cuenta que los dos laterales tienen salvoconducto para subir. Busquets, que sufría en algunos partidos porque debía abarcar demasiado, brilla. Con el de Badia del Vallès acompañado por Xabi Alonso, España ganó el Mundial de Sudáfrica. El Barça ya no se parte. Está sujeto por su red.
Los cuatro están respondiendo. Piqué ha aguantado y ha jugado con dolor en la rodilla derecha varios partidos. Umtiti, en dos temporadas, se ha hecho con el puesto a base de regularidad y solvencia y ya espera una renovación. Busquets lleva 10 partidos seguidos como titular, sin descanso. Y Rakitic, maratoniano, sólo se ha perdido una cita en todo el 2018.
Es la segunda evolución del croata en el Camp Nou. En el Sevilla era el mediapunta y la estrella, y en el Barça no tuvo reparos en retrasarse al interior más delicado y costoso –jugaba por detrás de Messi y por delante de Alves–, ya que debía estar muy atento de la banda para realizar coberturas cada dos por tres. Ahora se ha vuelto a centrar y a dar un nuevo par de pasos atrás para situarse cerca de Busquets, y a veces incluso por detrás. Aunque se resienten sus números –está en 4 goles cuando marcó 8, 9 y 8 en las tres temporadas anteriores– el equipo agradece su inteligencia táctica. En 28 de los 45 partidos disputados hasta la fecha, el Barcelona ha logrado dejar la portería a cero (un 62%), un dato que tener en cuenta para recibir pasado mañana al Chelsea.
Pero el cuadrado de seguridad también sirve para conservar la posesión y elaborar el juego de una forma ordenada. En la ida de los cuartos de la Champions, entre Busquets (136), Rakitic (111), Umtiti (83) y Piqué (78) sumaron la mitad de los pases del Barcelona y sólo ellos ya superaron a todo el Chelsea. Da igual que el rival presione alto porque tienen calidad y conceptos para no perder el balón en esa zona conflictiva.
En los ochenta, Francia llamó el cuadrado mágico (carré magique) al centro del campo que formaban Platini, Giresse, Tigana y Luis Fernandez y que les hizo llegar a las semifinales del Mundial de España y a ganar la Eurocopa de 1984. El Barça quiere que su cuadrado le lleve también a la gloria.
ESTRELLA EN EL SEVILLA
El croata se adaptó para hacer las coberturas a Messi y Alves y ahora es el escudero de Busquets
CONSERVAR Y ELABORAR Entre los cuatro dieron 408 pases en Stamford Bridge, la mitad del Barça y 100 más que todo el Chelsea