El tirón laboral en EE.UU. abre el mercado a parados de larga duración
Los salarios se frenan y tranquiliza a un Wall Street preocupado por la inflación
La economía estadounidense marcha a toda máquina. A partir de la herencia que dejó el presidente Barack Obama, el efecto Trump ha potenciado su fuerza, sin atisbarse un recalentamiento que deba forzar a la Reserva Federal (Fed) a pisar el freno.
Así se deduce del último informe del Gobierno sobre mercado laboral. El pasado febrero se crearon 313.000 puestos de trabajo. La cifra, por sí misma, ya resulta espectacular, la mayor ganancia desde julio del 2016.
Si bien el paro se mantiene en el 4,1%, por quinto mes consecutivo, el factor más destacado por los analistas se centra en el incremento de más de 800.000 personas en el conjunto de la fuerza laboral. Esta ganancia, del 0,3%, hace que el total ascienda al 63%. Este indicador, uno de los que más le ha costado despegar tras el batacazo del 2008, refleja que existe tanta oferta que incluso se están viendo beneficiados los trabajadores menos preparados que habían quedado en la cuneta.
Incluso los expresidiarios, un sector de trabajadores al que les cuesta quitarse de encima el estigma, han visto mejorar sus posibilidades de dar con un empleo.
Dos de los indicadores más destacados certifican la bonanza al bajar a un nivel no visto en un decenio. Ha caído el número de los que llevan sin empleo más de año y medio (parados de larga duración) y la proporción de los que se encuentran en la denominada “primera edad laboral” (entre los 25 y y los 54) se sitúa al nivel en que se hallaba en el 2008.
“Somos capaces de crear suficientes puestos laborales para acomodar a los nuevos buscadores y mantener la tasa de desempleo constante”, declaró al The New York Times la economista Ellen Zentner, responsable para EE.UU. de Morgan Stanley.
“Estos número demuestran que la desregularización y la reforma fiscal está influyendo en la confianza de los negocios y su capacidad de contratar”, remarcó el editorial del The Wall Street Journal, uno de los medios más entusiastas con las iniciativas del presidente Trump.
El incremento en la fuerza laboral es el más relevante desde el ejercicio 1983, excluidos los periodos en que se hicieron contrataciones para desarrollar el censo.
Los empresarios no sólo están cubriendo las plazas con trabajadores fichados de los competidores, sino que hay mucha gente entrando en el mercado. Estos datos
La fuerza laboral crece como no lo hacía desde el año 1983 y demuestra que aún le queda recorrido
han sorprendido a no pocos expertos, para quienes la potencial bolsa de trabajadores se había agotado y consideraban que el mercado laboral se encontraba a su máxima capacidad.
Sin embargo, si alguien festejó este último informe fue precisamente Wall Street. Consideran que todavía queda margen de crecimiento en esa fuerza laboral, en especial con la reconversión de trabajos a tiempo parcial en horario completo.
Esta circunstancia rebajó el temor de los inversores de que se produzca, a causa de la competencia por la mano de obra, un gran incremento salarial que lleve a un proceso inflacionario y a una intervención más severa de la Fed.
El repunte salarial se sitúa en el 2,6% acumulado en febrero. Es algo superior a hace un año, pero este último mes hubo una cierta contracción respecto a enero (2,9%), cuando en el parquet saltaron todas las alarmas.
Este último informe tranquilizó y todo apunta que la Reserva Federal mantendrá su calendario de diciembre del 2017. Entonces programó tres subidas de intereses de 0,25% a lo largo del 2018. Podría haber una más y la primera sería en la reunión de este mes.
La paradoja. Los trabajadores estadounidenses esperan una recompensan con mejores salarios y a los inversores les asusta.