El circo animal de Isabella Rossellini
La actriz y modelo estrena mundialmente en el pequeño teatro Akadèmia de Barcelona su espectáculo ‘Link link circus’
Suena a ciencia ficción. La mítica protagonista del Blue velvet de David Lynch, de quien además fue pareja en los ochenta. La cara durante años de Lancôme, marca de la que fue apartada sonoramente en 1996 por ser demasiado mayor... y que la volvió a contratar en el 2016, ya con 63 años, asegurando que es su “musa”. La hija de Ingrid Bergman y Roberto Rossellini y durante tiempo una de las modelos más cotizadas, estrena mundialmente su nueva obra de teatro en Barcelona... en una sala de sólo 75 localidades. Y además actúa con su perro. Suena a improbable, pero Isabella Rossellini (Roma, 1952) presenta mañana en el pequeño teatro Akadèmia Link link circus, una obra repleta de humor y reflexiones sobre la inteligencia animal con las que la actriz quiere contagiar su pasión por unos compañeros de planeta a los que ninguneamos. Tras la pequeña sala barcelonesa, que coproduce la obra, esta irá de gira por Nueva York, Londres, Los Ángeles, Francia, São Paulo...
¿Cómo ha llegado Rossellini al Akadèmia? El teatro barcelonés, financiado por la mecenas italiana Elsa Peretti –en cuya casa barcelonesa se ha instalado Rossellini–, está dirigido por el también italiano Guido Torlonia. Y Torlonia es amigo de la actriz desde que dirigiera un espectáculo en recuerdo de su madre, Ingrid Bergman, por su centenario. Un montaje que en Nueva York protagonizó Jeremy Irons junto a Rosselini y en París Fanny Ardant junto a Gérard Depardieu.
Torlonia de hecho codirige junto a la Rossellini Link link circus, que se representará hasta el día 25 y es casi un one woman show, como el anterior montaje de la autora e intérprete, Green porno. Aunque hay dos diferencias. En Green porno, Rossellini, que estudió el máster en comportamiento y conservación animal del Hunter College neoyorquino, hablaba, dice, de los animales “de cintura para abajo”, tratando con humor los rituales de reproducción animal. Ahora lo hace “de cintura para arriba”, abordando “la inteligencia y la capacidad de comunicación de los animales” con un paseo por las ideas sobre ellos de pensadores como Aristóteles, Descartes, Darwin o Skinner.
Además, la actriz esta vez no va a estar sola en el escenario: le van a ayudar un joven actor y un perro que acabará disfrazado de otros animales, incluida una simpatiquísima abeja. Un perro que en la obra se llama Pan y para el que Rossellini cuenta nada menos que con dos pequeños actores caninos: Darcy, al que adoptó hace seis meses y que es el aprendiz que ahora está en proceso de adaptarse a los focos, y Minnie Streep –la apodan como Meryl por lo bien que actúa– y que viene de la escuela de animales para el teatro de Bill Berloni. Unos perros, explica la actriz durante la multitudinaria presentación en el Akadèmia, que para comunicarse entienden sobre todo los gestos... y a los que volvió locos al principio. “Soy italiana, hablo con mis manos –gesticula velozmente mientras sonríe–, y los perros enloquecían con mis gestos, pero ahora ya hemos ensayado y saben que no significa nada”.
Rossellini, que se define como “artista medioambiental” porque la naturaleza le inspira, y que vive en una –espectacular– granja en Long Island, donde cría todo tipo de animales, señala que siempre ha estado interesada en ellos, pero que aunque
Tras el estreno en Barcelona, la obra irá de gira por Nueva York, Los Ángeles, Londres o São Paulo
le gustan los documentales del National Geographic y los de David Attenborough, prefiere combinar en sus montajes conocimiento y entretenimiento. Y humor y conocimiento ha puesto en su obra: “Hasta Darwin siempre se pensó que no había nada en común entre humanos y animales. Él nos explicó que teníamos mucho en común. Físicamente es obvio, pero las similitudes mentales no se reconocen tanto. Ya Darwin especuló que mentalmente sólo éramos diferentes en grado, pero no en tipo, y la ciencia actual lo reafirma”, razona. Y concluye que “pese a las noticias negativas que nos llegan sobre la ganadería industrial y mucho maltrato, he querido hacer una obra especialmente positiva con la idea secreta de que la gente se enamore del mundo animal. Y lo trate bien”.