El motor de Willian
La dolorosa muerte de la madre del jugador del Chelsea supuso un punto de inflexión para el brasileño
En el cielo está tu lugar / ¿dónde estarás ahora?/ ¿Dónde vivirás?/ Se fue tanta nostalgia...”/. Así empezaba una poesía escrita desde las entrañas que el centrocampista del Chelsea Willian (29) le dedicó a su madre. Doña María José acababa de fallecer en octubre del 2016 tras dos meses hospitalizada y dos años y medio de lucha contra un tumor cerebral que le fue diagnosticado poco después de que su hijo llegara al equipo de Stamford Bridge por 37,4 millones de euros. Ya no estaría allí más para tejerle los espectaculares gorros de lana con los que Willian se protegía y se protege del frío, primero en Ucrania, con el Shakhtar Donetsk, después en Rusia, con el millonario Anzhi, y más tarde en Londres. Ya no le daría ánimos ni le telefonearía antes y después de cada partido. Ya no cruzaría el Atlántico para estar ni que fuera unas horas con ella y tratar de paliar su sufrimiento. Willian acababa de ver desaparecer su punto de apoyo emocional y se vino abajo. Perdió cuatro kilos, se resintió mentalmente y pasó unos meses muy malos, dentro de una irregularidad general desde que empezó a vestir la camiseta de los blues.
Pero de esa experiencia amarga extrajo la inspiración del recuerdo de su madre, a la que dedica sus goles. Ha conseguido encontrar un motor interior que no tenía, una fuerza de voluntad que le faltaba y una convicción de la que había carecido en el Chelsea. Hasta el punto que es el futbolista más en forma del equipo con vistas al partido de mañana en el Camp Nou. Ya se convirtió en un torbellino que llevó de cabeza a los barcelonistas en la ida, encuentro en el que metió el gol del equipo de Antonio Conte y en el que conectó otros dos remates a los palos. “Fue uno de mis mejores partidos de siempre. Casi hago un triplete. Me sentí muy bien. Creo que tenemos opciones en Barcelona si hacemos un buen trabajo, aunque en el Camp Nou el partido puede ser diferente porque es un estadio muy grande”, explica el brasileño, formado en el Corinthians. No es la primera vez que el centrocampista viene a Catalunya, ya que le une una buena relación con Neymar y con Alves, a los que visitó en Barcelona.
Willian también marcó el sábado ante el Crystal Palace, ha metido cinco tantos en los últimos cinco partidos y suma 13 esta temporada. Pero es que además se encuentra rebosante de confianza. Probó el disparo en el último duelo del Chelsea en seis ocasiones e intentó ocho regates, todos con éxito. Su punta de velocidad y su verticalidad pueden suponer un arma fundamental para el Chelsea a campo abierto en el Estadi. Muy atentos deberán estar los Busquets, Rakitic, Piqué y compañía a sus incursiones. Cualquier balón perdido en la salida barcelonista puede ser un terreno abonado para Willian. No es de extrañar que haya un runrún que indica que el Manchester United está dispuesto a invertir en el futbolista, que aún no ha renovado con el Chelsea, con quien tiene contrato hasta el 2020. El centrocampista siempre ha hablado bien de José Mourinho, al que considera un amigo, y por ahí se alimentan también las especulaciones. Aunque públicamente el brasileño afirma que desea seguir en el Bridge. De hecho, vive cerca del estadio en una casa que tiene piscina climatizada y sala de cine.
A pesar de su vértigo con el balón en los pies la carrera de Willian no ha sido precisamente meteórica. Cuando dejó Brasil no fue para recalar en la Premier o en la Liga sino que se enroló en las filas del Shakhtar Donetsk, donde coincidió durante cinco temporadas con numerosos compatriotas. Sus prestaciones crecieron y el Chelsea empezó a interesarse por él. Pero antes de jugar en Inglaterra vivió una etapa intermedia en el Anzhi ruso, que lo compró también por 37,4 millones. Después por fin firmó con los blues, con los que ha vivido de todo tanto colectiva como individualmente. Ahora se siente en su momento.
EL RECUERDO
El centrocampista escribió una poesía glosando a su madre, que le tejía gorros de lana contra el frío
EN RACHA
Suma cinco goles en los últimos cinco encuentros y por fin ha encontrado la regularidad que le faltaba