Una subida anual del 0,25% en las pensiones para décadas
Con la fórmula actual de revalorización, no hay visos de elevar más la prestación
Esta mañana el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparece en el Congreso de los Diputados para informar sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones y tratar de taponar la crisis política provocada por los miles de jubilados que estos días han tomado la calle. Los pensionistas se quejan de que desde el 2014 les han subido la prestación un 0,25% cada año, con la consecuente pérdida de poder adquisitivo en cuanto el IPC ha vuelto a terreno positivo. Y el deterioro sólo acaba de comenzar: con la actual fórmula de actualización de las pensiones –aprobada en el 2013 por el gobierno del PP–, la aplicación del incremento mínimo del 0,25% se alargará durante décadas.
Como el denominado índice de revalorización de las pensiones, que sustituyó al IPC como referente, se basa en la evolución del gasto y los ingresos así como el incremento en el número de pensiones, no hay visos de que mejore hasta superar la subida mínima en muchos años. Según el informe sobre pensiones del Banco de España, estiman que el incremento de las pensiones se quedará en el 0,25%, al menos, hasta el 2040.
Así, el grueso de la corrección del desequilibrio del sistema de la Seguridad Social se producirá gracias a este índice: junto al factor de sostenibilidad, que se aplicará a las nuevas pensiones a partir del próximo año, esperan que el déficit se irá reduciendo una décima del PIB al año.
Como ya advirtió el Banco de España, con un índice de revalorización anclado en el 0,25% y una previsión de tasas anuales de inflación cercanas al 2% se producirán “pérdidas sistemáticas de poder adquisitivo de las pensiones y reducciones progresivas de la tasa de sustitución [la relación entre pensiones medias y salarios medios]”. Es lo que el economista Ignacio CondeRuiz ha denominado “la reforma silenciosa”.
La semana pasada, la Comisión Europea llegó a conclusiones similares en su último informe económico sobre España, al reconocer que se irá produciendo “una reducción gradual del valor real de las pensiones”. El mismo documento señala que, con las dos últimas reformas, la del 2011 y la del 2013, España se encuentra entre los países de la UE que experimentarán descensos más acusados en las pensiones, lo que garantiza la “contención” de su gasto en esta cobertura social. Pero advierte que “puede tener efectos negativos en las condiciones de vida de las población de edad avanzada”.
Ayer, el sindicato UGT cargó con dureza contra la decisión dentro de la reforma del 2013 de desvincular la actualización de las pensiones del IPC. “Ahora no hay un mecanismo de revalorización sino de congelación de las pensiones”, se quejó Antonio González, quien acusó al Gobierno de Rajoy de empujar a buena parte de los pensionistas
UGT quiere actualizar las pensiones con el IPC y que se financien con cargo a los presupuestos
a la pobreza. Para revertir la situación, el sindicato reclamó volver a la revalorización de las pensiones con el IPC y que su coste anual corra a cargo de los presupuestos generales del Estado.