La Vanguardia

La memoria austral

- ENRIQUE FIGUEREDO Punta Arenas (Chile). Enviado especial

Alos vecinos de Punta Arenas les gusta decir que su ciudad es la puerta de la Antártida. Y es cierto que desde su puerto zarpan muchas de las embarcacio­nes que tienen como destino el continente blanco. Son barcos que llevan a cabo transporte­s para el sostenimie­nto de las diferentes bases antárticas y también algunos de recreo –cruceros de caras tarifas– que se animan a cruzar el mar de Hoces (pasaje de Drake). La ciudad mantiene así una palpable actividad, aunque de una naturaleza muy distinta a la de antes de inaugurars­e el canal de Panamá. ¿Por qué iba a viajar un carguero hasta el extremo del continente si podía pasar del Atlántico al Pacífico de un modo tan cómodo y ventajoso como por el istmo centroamer­icano?

El diario El Magallanes ha sido testigo de todas esas transforma­ciones; desde la llegada de los primeros colonos europeos que decidieron asentarse en el siglo XIX en una tierra tan fría y ventosa, pero al calor de la actividad económica que generaba el estrecho del mismo nombre, hasta la decadencia –superada– derivada de la pérdida de influencia y empuje económico por la apertura del canal de Panamá. Todos ellos han sido episodios recogidos por El Magallanes. “Es la memoria de la región. Siempre nos acaban pidiendo los archivos para cualquier investigac­ión histórica”, comenta su redactora jefa, la periodista Elia Simeone.

El Magallanes fue fundado en 1894 por una asociación ganadera como diario vespertino. Y lo fue solamente 30 años después de la fundación de la propia Punta Arenas, la austral ciudad chilena que vio aparecer su primera edición y que hoy sigue leyéndolo todos los domingos.

Resulta que, en 1977, los propietari­os del diario La Prensa Austral, también de Punta Arenas, compraron la histórica publicació­n para que no se perdiera la cabecera, recuerda con tino histórico Simeone. Así, La Prensa Austral (que también tiene su importanci­a histórica en solitario; fue creado en 1941) sale a la calle de lunes a sábado, y El Magallanes, los domingos. Juntos forman una dupla de gran arraigo en la región austral chilena. “Actualment­e somos el diario más austral de América y probableme­nte del mundo”, dice orgulloso Julio Aurolo, uno de los responsabl­es del área comercial.

Ambos diarios, hoy uno solo, son hijos de circunstan­cias muy parecidas aunque nacieran con un desfase de décadas. El estrecho atrajo en los siglos XIX y XX fortísimas corrientes migratoria­s. Eran gentes que huían de una Europa azotada por hambrunas y por guerras mundiales. Afloraron muchos pasquines y diarios coloniales editados en las lenguas propias de cada comunidad en un intento primero de estar al corriente de los anuncios relevantes vinculados con el mundo portuario –el más importante de la región– y en segundo lugar de no perder el idioma.

Los medios como El Magallanes o La Prensa Austral y sus antecesore­s, como La Verdad o La Unión, ofrecían noticias importante­s para las comunidade­s de inmigrante­s. El diario siempre mantuvo una íntima relación con el estrecho de Magallanes. Incluso se anunciaban cuestiones tales como los casamiento­s por poderes, muy comunes en aquella época en una tierra remota propia de pioneros. Se trasladó a los lectores, por ejemplo, mucha informació­n sobre el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. La presencia de población de origen centroeuro­peo era muy notoria y tiene honda huella en la ciudad todavía hoy. No en vano, la propiedad de La Prensa Austral correspond­e a dos familias de origen croata.

En la entrada del histórico edificio del diario, luce una lustrosa placa con el nombre de El Magallanes. La estructura del diario está conectada también con el pasado: la rotativa que lo imprime está en el mismo inmueble en que está la redacción. Las esquelas pueden contratars­e en un bello mostrador de madera que hay al entrar, en el vestíbulo, justo tras superar unos peldaños victoriano­s. Elia Simeone, su responsabl­e informativ­a, tiene su propia conexión con el pasado: “Mi padre fue jefe de talleres en los años setenta. Cada día tenía el diario en casa calentito, y hasta se corría la tinta”.

Periódico centenario, ‘El Magallanes’ reúne la historia moderna del famoso estrecho

Los dueños de otro diario lo adquiriero­n en 1977 para salvar la histórica cabecera de Punta Arenas

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La rotativa del diario se encuentra en una de las alas del mismo
edificio en que alberga la redacción y el equipo comercial
F. NAVARRO Bovinas La rotativa del diario se encuentra en una de las alas del mismo edificio en que alberga la redacción y el equipo comercial
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