Italia inmoviliza el ‘Open Arms’ por “promoción de la migración ilegal”
La fiscalía de Catania ordenó ayer la inmovilización del barco español Open Arms y la apertura de una investigación por un posible delito de “promoción de la migración ilegal” a Italia por supuestamente no haber escuchado las órdenes de los guardacostas libios.
Según la edición siciliana del diario La Reppublica, la policía italiana se presentó en la tarde de ayer en el barco y exigió la documentación a su capitán, Marc Reig, que a su vez pidió una orden judicial, por lo que fue invitado a acompañar a los agentes a comisaría junto a la jefa de misión de la oenegé, Anabel Montes. Posteriormente, Reig fue detenido, según dijo su abogada, Rosa Emanuela Lo Faro, al citado diario italiano.
El barco de la organización catalana atracó el sábado en el puerto de Pozzallo tras un incidente con los guardacostas libios cuando emprendía un rescate de inmigrantes a unas 73 millas de la costa del país norteafricano, muy lejos de su jurisdicción. Open Arms y los periodistas que participaban en la travesía denunciaron amenazas de los guardacostas libios, que impidieron que la mayoría de los inmigrantes pudieran acercarse al barco.
En un comunicado, la autoridad marítima libia acusó por su parte a la organización humanitaria de interferir en las operaciones y de violar sus aguas territoriales, pese a que operan más allá de las 25 millas correspondientes.
El Open Arms pudo seguir navegando con 218 migrantes a bordo, pero no pudo desembarcarlos hasta el sábado por la reticencia de las autoridades libias a concederles un puerto donde atracar.
En este ambiente, la situación se deterioró cuando el fiscal de Catania ordenó la incautación del buque y lo acusó de ser una asociación criminal dedicada a la inmigración ilegal. Según esta acusación, el barco tenía “la voluntad de llevar inmigrantes a Italia” y había “violado la ley y los acuerdos internacionales al no entregarlos a las autoridades libias”.
Grupos de defensa de los derechos humanos denuncian los supuestos vínculos entre la Guardia Costera libia y las mafias que trafican con seres humanos en Libia, ya que aseguran que estas últimas avisan a los militares de la salida, y que incluso antiguos contrabandistas están ahora al mando de las patrulleras.
Migrantes llegados a las costas de Europa aseguran, por su parte, que no desean ser rescatados por las autoridades libias, ya que su destino son centros de detención y cárceles en malas condiciones en los que se cometen abusos.