Urdangarin, en la hora clave
El miércoles se ven en el TS los recursos de casación contra la sentencia del caso Nóos
El próximo miércoles tendrá lugar en el Tribunal Supremo (TS) la vista de los recursos de casación presentados por las distintas partes de caso Nóos, trece meses después de la sentencia dictada por la Audiencia de Palma. El principal inculpado es Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, que fue absuelta de los delitos fiscales de los que estaba acusada. Urdangarin, a su vez, fue condenado en Palma a seis años y tres meses de prisión por diversos delitos económicos.
Ahora, el fiscal pide que esa condena impuesta al marido de la Infanta se eleve a 10 años de cárcel. Su defensa –a cargo del letrado Mario Pascual Vives– pide, en cambio, que sea absuelto, al estimar que ninguna de las actividades que desarrolló en Baleares en promoción del deporte constituyó delito alguno y que tampoco defraudó a Hacienda ni incurrió en blanqueo de capitales.
El propósito de la Sala Penal del Supremo es que los recursos puedan verse en un solo día. En realidad, lo habitual es que la casación se defienda por escrito. En esta ocasión el Supremo ha aceptado convocar una vista a petición de algunas de las defensas y por el especial interés social de este proceso.
La investigación del caso Nóos y sus avatares fueron seguidos muy de cerca por los medios de comunicación, a resultas de una instrucción que pasó por numerosas vicisitudes, de la mano del juez José Castro, ya jubilado, y el fiscal Pedro Horrach, en excedencia para dedicarse a los negocios familiares. La denuncia inicial partió de los socialistas baleares, que en el 2006 dirigieron preguntas parlamentarias al entonces presidente autonómico, Jaume Matas (PP) –condenado en esta causa– sobre la finalidad de los primeros pagos a Nóos, por valor de 1,2 millones de euros.
Pocos de los afectados por el caso Nóos han permanecido en la casilla del tablero en la que estaban cuando se inició la investigación. El proceso judicial ha tenido múltiples consecuencias, también para la Casa Real. En parte, porque uno de los ejes de la defensa de Urdangarin, y de su exsocio Diego Torres, ha consistido en alegar que las actividades puestas en marcha por el Instituto Nóos siempre fueron conocidas e incluso controladas por los asesores de la infanta Cristina. La defensa de Torres –ejercida por el letrado Manuel González Peeters– también pide la absolución.
La causa, en suma, ha pasado sobre numerosas instancias públicas y vidas privadas provocando estragos. También para Manos Limpias, la entidad que lanzó en solitario las acusaciones contra la infanta. En plena recta final del juicio, en abril del 2016, la Policía detuvo al secretario general de dicho sindicato, Manuel Bernad, y al presidente de Ausbanc, Manuel Pineda, imputándoles el intento de chantaje a la defensa de la esposa de Urdangarin.
El exduque de Palma fue condenado a 6 años y 3 meses de prisión, y el fiscal pide ahora que la pena se eleve a 10 años
La exigencia era de tres millones de euros a cambio de retirar la acusación. La letrada que actuó en la instrucción y en la vista, Virginia López Negrete, también fue imputada. El juicio aún no se ha celebrado.
El epílogo de esta parte de la historia consiste en que en la sentencia del caso Nóos Manos Limpias fue finalmente condenada al pago de las costas que su actuación en ejercicio de la acción popular causó a la infanta Cristina. Es decir, que si esta condena se confirma, tendrá que pagarle los costes de abogado y procurador que representó su defensa, ejercida por los letrados Miquel Roca, Pau Molins y Jesús Silva. Manos Limpias, a su vez, ha recurrido en contra de esa imposición de costas. En la vista en el Supremo, Pau Molins defenderá la pertinencia de aquella condena.