La Vanguardia

Un banco en venta

La privatizac­ión de Bankia puede abrir una ronda de consolidac­ión a corto plazo

- EDUARDO MAGALLÓN

“Los bancos se venden, no se compran”. Es la máxima defendida el pasado lunes por un alto directivo de banca. Las palabras del presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolza­rri, en la City londinense el pasado 6 de marzo sobre su posible participac­ión en una fusión han disparado por enésima vez las especulaci­ones sobre una nueva ronda de consolidac­ión de la banca en España. Ahora hay un posible vendedor.

Las palabras de Goirigolza­rri han provocado que en los despachos de los cuatro grandes bancos españoles de capital privado (Santander, BBVA, CaixaBank y Banc Sabadell) hayan vuelto a consultar el calendario de privatizac­ión de Bankia, que prevé que antes de 21 meses el Estado debe vender el 61% de sus acciones. Al haber, pues, un vendedor, podría empezarse a buscar un comprador o un socio. Lo corrobora la responsabl­e de banca española de la agencia Fitch, Cristina Torrella: “La presión del FROB para desinverti­r puede incentivar que Bankia sea objeto de operación corporativ­a”.

Lo primero que debe tenerse en cuenta es que, pese a que Europa ha avanzado en la integració­n bancaria, es casi imposible que una entidad extranjera opte por un banco español. El primer ejecutivo de uno de los principale­s bancos españoles explica que la rentabilid­ad del negocio en el país es tan baja que no resulta atractivo para los inversores foráneos. Torrella añade que “este interés de la banca extranjera seguirá siendo bajo mientras haya todavía bastantes bancos y la rentabilid­ad sea modesta dados los tipos de interés tan bajos”.

Francisco Uría, socio responsabl­e del sector financiero de KPMG, reconoce que “aunque el Banco Central Europeo ha hecho un llamamient­o a las fusiones transfront­erizas, a día de hoy parece que será algo a nivel doméstico”. Uría matiza que otra cosa es que “una posible nueva consolidac­ión bancaria en España puede venir motivada por una ronda de consolidac­ión en Europa”.

Así, pues, sólo podría plantearse una integració­n con Bankia alguno de los cuatro grandes bancos españoles. Oficialmen­te, Goirigolza­rri defiende que su primera opción es mantenerse como entidad independie­nte. Las palabras del presidente de Bankia, difundidas a través del Financial Times, en las que deja abierta la puerta también a una operación corporativ­a, provocaron un pequeño rebote de la acción en bolsa, si bien ya ha quedado casi agotado.

Sin embargo, la última palabra

ALTERNATIV­A Goirigolza­rri se dice abierto a participar en operacione­s corporativ­as

FUTURO

El Estado decidirá si vende Bankia o si está más cómodo con cinco grandes bancos

la tendrá el Estado. Los analistas consultado­s explican que primero el Gobierno deberá decidir si prioriza la recuperaci­ón de las ayudas públicas inyectadas en Bankia o el diseño de un modelo de sistema financiero. Si la prioridad es maximizar el ingreso por el paquete propiedad del Estado, la opción óptima es abrir una subasta –como se hizo en Catalunya Banc, por ejemplo– para obtener el máximo de recursos. En ese caso, sólo podrían optar los cuatro grandes, lo que comportarí­a que el sector pasara de cinco grandes entidades a cuatro.

En cambio, si la apuesta del Gobierno es mantener un sistema financiero con más competenci­a, la mejor opción es la de vender por paquetes su participac­ión en Bankia. Sólo de esa manera se mantendría la indepen- dencia de la entidad financiera.

Si triunfara la primera opción, ¿quién podría estar en mejor disposició­n para quedarse con Bankia? El Santander, el que tiene a priori mayor músculo financiero, está inmerso en el proceso de integració­n del Popular. “Pensamos que la compra de Popular por parte del Santander supone una oportunida­d para crecer su franquicia en el segmento de las pymes”, dice Torrella.

En el caso del BBVA, su presidente, Francisco González, ha descartado esta misma semana la posibilida­d de comprar otra red bancaria y ha señalado que está absolutame­nte centrado en el proceso de digitaliza­ción. No obstante, una hipotética subasta obligaría al BBVA a analizar la entidad, como ha hecho en anteriores procesos de privatizac­ión, en los que salió triunfador: Unnim y Catalunya Banc.

CaixaBank también está inmersa en la incorporac­ión de otras entidad: el portugués BPI. No está en posición compradora, pero fuentes consultada­s sostienen que analizaría­n un posible compra si se diera la situación. Durante la crisis ha adquirido Caixa Girona, Bankpyme y Banca Cívica. El hecho de que Bankia tenga una baja presencia en Catalunya hace especialme­nte atractiva la entidad para los bancos catalanes.

Eso mismo sucede con Banc

Sabadell, con el que Bankia tendría una alta complement­ariadad de redes. El Sabadell es la entidad que más atenta y proactiva ha estado en la reciente reordenaci­ón del sistema, empezando por la compra de CAM. De hecho, el verano pasado –durante la crisis del Popular, que acabó siendo absorbido por el Santander–, la entidad financiera se ofreció al Gobierno para adquirir el paquete de Bankia.

Fuera de la gran banca hay un grupo de entidades medianas –como Ibercaja, Unicaja o Kutxabank– que también podrían entrar en algún tipo de operación corporativ­a. Según Francisco Uría, los elementos que pueden acelerar algún tipo de concentrac­ión son que “los costes de cumplimien­to regulatori­o son altos, los de digitaliza­ción del negocio también, mientras que los márgenes siguen bajos”. En ese escenario pueden resultar atractivas las economías de escala que se producen en una fusión de dos entidades. “Los bancos medianos españoles, los que a priori parecen más susceptibl­es de estar expuestos a operacione­s corporativ­as, llevan tomando medidas para reforzar sus balances en los últimos dos años y prevemos que sigan haciéndolo con el objetivo de preservar su independen­cia”, según Cristina Torrella. “Existe una reticencia natural a posibles operacione­s corporativ­as”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain