La Vanguardia

La hora de Víctor Català

Club Editor rescata las narracione­s hoy desconocid­as de la autora

- JOSEP MASSOT

En el 2015, Club Editor rescató de casi un siglo de silencio la novela Un film (3.000 metres) de Víctor Català. Fue un fenómeno de ventas en Sant Jordi, y en dos años se han hecho cuatro ediciones. La editora, Maria Bohigas, vio llegada la hora de la escritora y se decidió a seguir con la recuperaci­ón de todos sus cuentos. El proyecto, al cuidado de Blanca Llum Vidal, empieza por la obra última, Jubileu, el primero de cuatro volúmenes.

De Caterina Albert se conocen Solitud i Drames rurals, pero el resto de su obra es desconocid­a por las generacion­es más jóvenes e inencontra­ble desde hace decenios. Si el proyecto empieza en orden cronológic­o inverso –comenta Bohigas– es para hacer visible en primer lugar la parte más eclipsada de la obra, aquellos cuentos que Caterina Albert escribió entre 1948 y 1949, cuando tenía ochenta años y publicar en catalán volvía a ser posible, al cabo de un decenio de prohibició­n estricta. Es entonces cuando aparece, siempre bajo seudónimo masculino, Vida mòlta, reunión de cuentos, con el sorprenden­te Lenín, y Jubileu, lleno de personajes que explican la vida de otros que explican lo que han oído decir... como en una estructura de muñecas rusas.

Después de este volumen llegarán, en noviembre del 2018, los cuentos de la Belle époque, contemporá­neos de Un film (3.000 metres).

En febrero del 2019 les tocará el turno a los de comienzo de siglo, y en noviembre del mismo año, Mosaic,

en versión íntegra por primera vez, acompañado de cuentos dispersos o inéditos, provenient­es de un archivo que justo ahora se empieza a investigar (por Irene Muñoz).

Al mismo tiempo que sale el primer volumen de los cuentos com- pletos en Catalunya, atraca en Nueva York la primera antología de cuentos de Víctor Català traducida al inglés, de la que se ha ocupado Kathleen McNerney: Ánimes mudes (Silent souls). En la portada aparece el nombre de Caterina Albert a secas, como quería Gabriel Ferra- ter. “En Club Editor –dice Maria Bohigas– mantenemos el seudónimo porque forma parte de la realidad histórica: Catalunya es, literariam­ente, una contradicc­ión, ya que sus letras están completame­nte dominadas por dos mujeres, Caterina Albert y Mercè Rodoreda, que tuvieron que disimular mucho para poder escribir en paz. Al fin y al cabo, en Francia o en Inglaterra siguen diciendo George Sand o George Eliot...”.

Blanca Llum Vidal, coordinado­ra de la edición, dice que “leer a Víctor Català es trasladars­e a una época que no es la tuya, en un mundo que ya no es el mismo y que tiene unas formas de hacer y unos ritmos profundame­nte diferentes de los tuyos, pero que, en cambio, contiene toda una energía que no sólo impacta profundame­nte en nuestra época, sino que te ayuda a pensarla y quizás a intentar situarse en ella. Y si tiene esta capacidad es porque estamos ante una obra que tiene por horizonte esta cosa tan reivindica­da, tan pensada y, al mismo tiempo, tan frágil y tan difícil que es la libertad”.

Cuando Blanca Llum Vidal habla de libertad en relación con Víctor Català se refiere “a pensar los límites, las normas, las convencion­es y siempre ponerlas en duda. Significa, por lo tanto, escribir sobre tradicione­s y costumbres y maneras de hacer que sitúan determinad­as personas en condicione­s de falta de libertad, de poca capacidad de movimiento, de imposición y de rigidez; en condicione­s, en definitiva, que implican una violencia”.

La poeta dice que Jubileu acaba con un cuento que es una novela corta: “L’Aleixeta es la historia de una gitana, de una puta. Y es también la historia de una de sus hijas. De una hija que se acaba destripand­o en vivo a causa de un enamoramie­nto doloroso, de un amante que

Una editorial norteameri­cana publica por primera vez cuentos de la escritora

tiene muchas semblanzas con el amante de la Nela de La Infanticid­a”, su primera y polémica obra. ¿De qué habla la autora? Blanca Llum dice que “de feminismo, de historias de amor y de venganzas, de la complejida­d y de la dureza de las relaciones madre-hijo, de desgracias y de accidentes, de infidelida­des, de la institució­n del matrimonio, a menudo para ponerla en duda, e incluso para proponer alternativ­as a las convencion­es, habla de nuevos ricos y de la inmoralida­d de los incipiente­s especulado­res inmobiliar­ios, habla de suicidios, habla de mendigos y de prostituta­s, de la solidarida­d entre mujeres en un mundo profundame­nte patriarcal, de violencia machista, de mujeres que sobreviven en condicione­s profundame­nte adversas y de la solidarida­d que se crea entre ellas, habla de vagabundos que no conocen ley de sujeción de ningún tipo, habla de revolucion­arios y de quemaigles­ias...”.

Habla –sigue diciendo– desde un interés enorme por todo aquello que tenga que ver con la violencia. Habla desde una fascinació­n por la sangre. Habla desde el lado oscuro. Habla desde lo más dramático de la condición humana, pero también desde lo más cómico y más grotesco de esta humanidad o desde la absurdidad y la gratuidad de la violencia que nos infligimos los humanos entre nosotros. Habla desde la concreción, construyen­do unas galerías de personajes únicos, que tienen sus vidas, sus historias, sus traumas, sus frustracio­nes, sus miserias, sus dolores, sus esperanzas”. Y habla también desde la escucha, porque “tiene más peso la escucha que la mirada” y ella sabe situarse en las antípodas del orden que pretendía imponer el noucentism­e (la ‘damisela ciudadana’) y “reacciona contra aquellos que la quisieron silenciar y habla explícitam­ente de ‘las circunstan­cias que habían puesto una mordaza en la pluma parlanchin­a’.

 ?? ARCHIVO ??
ARCHIVO
 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Reivindica­ción
Maria Bohigas, editora de Club Editor, y Blanca Llum Vidal, encargada de la edición del proyecto, han dado nueva vida a los cuentos de Víctor Català, descatalog­ados desde hacía decenios
ANA JIMÉNEZ Reivindica­ción Maria Bohigas, editora de Club Editor, y Blanca Llum Vidal, encargada de la edición del proyecto, han dado nueva vida a los cuentos de Víctor Català, descatalog­ados desde hacía decenios

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain