El Banco de España sube la previsión del PIB al 2,7%
La menor tensión política pesa en la revisión al alza
La expansión de la economía se prolonga y la progresiva desaceleración será menos acusada de lo proyectado por el Banco de España el pasado diciembre. El organismo supervisor mejoró ayer sus previsiones al elevar el crecimiento del PIB para este 2018 al 2,7%, un 2,3% para el 2019 y un 2,1% para el 2020 –tres, dos y una décima más respectivamente que a finales del año pasado–. La rebaja de la tensión en Catalunya, junto a las buenas perspectivas de la economía global y del sector exportador en España, explican en gran medida esta revisión al alza.
En concreto, el informe del organismo que dirige Luis María Linde habla de una “cierta estabilización de los efectos adversos” desde diciembre por la situación política en Catalunya. “Estos efectos, circunscritos mayoritariamente a la economía catalana, fueron más notorios en los indicadores de gasto privado interno y de turismo extranjero, en la parte final del 2017, si bien algunos de ellos se habrían revertido en los primeros meses del 2018”, explican. Al tiempo, apuntan que Catalunya “podría experimentar” este primer trimestre una tasa de crecimiento “algo menor” que la media de España, “como ocurriera el trimestre anterior y en contraste con su mayor dinamismo en trimestres precedentes”. El Banco de España también ha avanzado que su estimación de crecimiento del PIB español para este primer trimestre del año, que lo sitúa en el 0,7%, repitiendo por tanto el registro del segundo trimestre del 2017.
Por otro lado, el supervisor muestra su preocupación por los “anuncios” realizados en los últimos días por el Gobierno de Mariano Rajoy. A su juicio, amenazan con representar “una relajación de los esfuerzos de consolidación presupuestaria”. Por ejemplo, citan el acuerdo para la subida de los empleados públicos de hasta un 8,8% en los próximos tres años. Avisan de que este tipo de medidas expansivas a medio plazo “agravaría la vulnerabilidad de la economía ante eventuales perturbaciones”, dado el elevado endeudamiento público. También señalan que habrá una notable desviación del déficit público con respecto a los objetivos fijados con Bruselas para los próximos dos años.
Según las proyecciones del Banco de España, esperan que el IPC suba en tasa anual un 1,2% este año. En concreto, explican que la evolución de los precios –ahora bajo lupa por la ola de protestas de los pensionistas– sufrirá un repunte hasta verano por la subida de los precios energéticos. Prevén que el IPC se acelere al 1,4% en el 2019 y hasta el 1,7% en el 2020.
Finalmente, entre los riesgos a la baja de estas nuevas previsiones figuran la evolución de las políticas monetaria, una eventual “intensificación” del proteccionismo, el Brexit o la formación de gobierno en Italia. Y “un rebrote” de la incertidumbre en Catalunya.