Recambio en la ópera
El actual director del Icub toma el relevo de Roger Guasch al frente del teatro de la Rambla
La dirección general del Gran Teatre del Liceu ya tiene relevo: Valentí Oviedo, actual director del Institut de Cultura de Barcelona, ha sido seleccionado entre los 42 candidatos al puesto, vacante desde la marcha de Roger Guasch.
La dirección general del Liceu ya tiene relevo: Valentí Oviedo, actual director del Institut de Cultura de Barcelona, ha sido seleccionado entre los 42 candidatos que se presentaron a ocupar el puesto que había dejado vacante Roger Guasch al anunciar su marcha al RCD Espanyol.
Según fuentes próximas a las administraciones que participan del teatro, la comisión ejecutiva del mismo ha decidido apostar por un candidato de perfil profesional, vinculado a la cultura pero con experiencia en las instituciones públicas de la geografía catalana. Hoy está previsto que el patronato de la Fundació del teatro ratifique este nombramiento.
Hace apenas dos años que Valentí Oviedo (Manresa, 1977) fue nombrado al frente del Icub por el entonces teniente de alcalde d’Empresa, Cultura i Innovació Jaume Collboni. Se trataba, dijo en su momento Collboni, “de dar oportunidades a la nueva hornada de gestores culturales”.
Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la UAB, Oviedo había iniciado su andadura en gestión de equipamientos en su propia ciudad, vinculándose al Kursaal. Más concretamente a la Manresana d’Equipaments Escènics, la empresa que gestionaba el teatro. De allí dio el salto como gerente del Consorci de L’Auditori y de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), donde destacó por la transparencia en la comunicación de sus funciones financieras, así como por el personal impulso que dio a la programación paralela, con estilos modernos, propuestas escénicas, o las famosas bandas sonoras interpretadas por la OBC durante la proyección de la película. También respaldó la actuación de la OBC a la Platja o la OBC a la Sagrada Família.
En estos escasos dos años que ha pasado al frente del Icub, Oviedo ha tenido tiempo por ejemplo de promover a Jordi Tort como su sustituto en L’Auditori,y de hacer una fuerte apuesta por el flamante festival de danza La Quinzena Metropolitana, cuya primera edición finalizó este pasado fin de semana con una ocupación del 80%. Cerca de 30.000 asistentes asistieron durante dos semanas a espectáculos en Badalona, Barcelona, Cornellà, Esplugues, l’Hospitalet y Santa Coloma de Gramanet. La apuesta, con vocación continuista, atiende a la preocupación de Collboni y del grupo socialista en el Ayuntamiento de Barcelona por redefinir el papel de los grandes festivales en clave de ciudad pero también de área metropolitana.
La designación de Valentí Oviedo al frente del coliseo lírico de la Rambla se eleva hoy al patronato, al tiempo que se aprueba el presupuesto y la temporada artística 2018-19. El abultado número de candidatos que se ha presentado al puesto puede ser indicativo de hasta qué punto la gestión de Roger Guasch, que llegaba para sanear las cuentas del Liceu procedente de empresas como L’Aliança o Chupa Chups, ha abierto las puertas a personas con experiencia en responsabilidades directivas, aunque no necesariamente de equipamientos culturales. No obstante, en la lista de 42 nombres que barajaba
El teatro apuesta por un perfil profesional, vinculado a la cultura y con experiencia en las instituciones públicas
la empresa headhunter contratada por el Liceu destacaban figuras vinculadas al mundo cultural de la ciudad y con una visión de servicio público de este ámbito.
La apuesta por Oviedo sería, así, el regreso a esta línea. El manresano será el quinto director general –tras Josep Caminal, Rosa Cullell, Joan Francesc Marco y Roger Guasch– desde que a consecuencia del incendio de 1994 se constituyera el Consorci del Gran Teatre. Pero el segundo que se elige por concurso.
Bajo el mandato de Marco se modificaron los estatutos de la Fundació para que la presidencia de la misma no la ocupara el presidente de la Generalitat, sino una figura independiente que pudiera dedicarse a la captación de recursos. Desde entonces, esta figura –en el caso actual, Salvador Alemany– se ha ocupado de presentar candidato a director general. El presidente de la Generalitat, de haberlo, es ahora únicamente presidente honorario de la Fundació.