Trump ignora los consejos de sus asesores de seguridad y felicita a Putin
“NO LO FELICITES”, se podía leer, así, en las tarjetas que los asesores de seguridad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le prepararon de cara a la llamada que iba a hacer a Vladímir Putin, que el domingo ganó las elecciones rusas con un 76% de los votos. Fiel a su estilo, Trump ignoró el consejo y lo felicitó. Los medios “se han vuelto locos porque querían que le insultara, pero se equivocan. Llevarse bien con Rusia es bueno”, tuiteó ayer, sugiriendo que puede ayudar a poner fin a la carrera armamentística y resolver otros conflictos como Corea del Norte o la guerra en Siria.
Otros líderes internacionales, como la canciller alemana, Angela Merkel, han felicitado al presidente ruso por su reelección pero se han limitado a enviarle unas pocas líneas de cortesía por telegrama o carta. El problema, no sólo para la oposición sino para republicanos con cargos clave como su líder en el Senado, Mitch McConnell, es sobre todo el tono y la actitud del presidente hacia Rusia. Trump, que pronto tendrá que testificar ante el fiscal especial que investiga si su equipo de campaña tuvo tratos ilegales con Rusia, siempre ha evitado criticar a Putin incluso cuando su propia Administración ha acusado al Gobierno ruso de interferir en las elecciones organizando actos elec- torales falsos o cuando, la semana pasada, denunció una amplia operación rusa de sabotaje para infiltrarse en sus redes. La Administración va por un lado y Trump, por otro. En su conversación con Putin, el presidente no abordó el envenenamiento con gas nervioso de un exespía ruso en suelo británico, un “ataque contra la soberanía nacional del Reino Unido” del que varios países europeos y EE.UU. acusan a Rusia en un comunicado conjunto.
El presidente estaba ayer “furioso” porque alguien de su entorno más cercano filtrara a la prensa las indicaciones para afrontar esa llamada. La Casa Blanca ha abierto una investigación interna. La ofensa puede ser motivo de despido.