El Parlament replica al TS con una investidura exprés
La CUP no garantiza aún el apoyo a la candidatura de Turull pendiente hasta el inicio del pleno de la decisión de sus bases
Jordi Turull no sólo es el tercer aspirante de Junts per Catalunya (JxCat) a la presidencia de la Generalitat, sino que hoy mismo se sometará a la investidura en un pleno de urgencia que el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha convocado para las 5 de la tarde. Éste es el acuerdo al que a última hora de ayer llegaron JxCat y ERC, como respuesta a la decisión del juez del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena de citar mañana al exconseller de Presidència, junto a otros cinco diputados, para comunicarle el auto de procesamiento por la causa del 1-O y celebrar una vistilla sobre medidas cautelares que podría devolverle a la prisión.
El presidente de la Cámara anunció el nombre del candidato pocos minutos antes de las 10 de la noche, constatando que Turull “es quien más apoyos puede conseguir”. Torrent criticó “las ingerencias” sobre el Parlament del Supremo que, a su juicio, vulneran derechos políticos fundamentales como los de Jordi Sànchez, anterior candidato. Pero la mayoría absoluta aún no está garantizada. La CUP ha convocado un consejo político –máximo órgano decisorio tras la asamblea general– que se celebrará en su sede nacional, en Barcelona, tan sólo dos horas antes del inicio del pleno. Y será la militancia la que decida.
El nuevo paso dado por el juez trastocaba los planes de JxCat y ERC de celebrar la sesión de investidura el lunes y el miércoles de la próximas semana, en plena Semana Santa, y para avanzarse al movimiento de Pablo Llarena la formación de Carles Puigdemont intentó durante toda la tarde convencer a su socio de la bondad de adelantarla y celebrarla hoy mismo. A última hora Torrent inició la nueva ronda de consultas telefónicamente con los grupos para hacer efectiva la iniciativa, a la que después de varias horas de reuniones acababa dando el visto bueno ERC. Todo queda a la espera de la CUP, que podría aceptar el envite por el componente de afrenta a los poderes del Estado que se interpreta que tiene el adelanto de la investidura de Jordi Turull.
En una línea parecida se habría expresado el mismo expresidente de la Generalitat en la intervención que, a través de videoconferencia, realizó ante los diputados de JxCat, reunidos para conocer de boca de su líder la propuesta del exconseller de Presidència como tercer aspirante una vez consumada la renuncia de Sànchez. El propósito inicial de la reunión era simplemente éste, y con ello activar definitivamente el plan de C de la investidura que hacía tiempo que estaba oficiosamente sobre la mesa, pero en la práctica se convirtió también en una sesión crítica hacia el juez del TS en la que incluso Puigdemont expresó la necesidad de “ir a todas”. Y en el mismo sentido se expresaron otros diputados de JxCat apelando al independentismo a cerrar filas frente a la presión judicial, como fue el caso de Josep Costa, vicepresidente primero del Parlament, que a través de un tuit consideró que “el único camino” es ir “todos a una, los 70 diputados y los 2,1 millones de votantes, plantando cara a la dictadura de los jueces”. El resultado de la reunión de JxCat fue, en este contexto, cerrar filas con el nuevo candidato y el nuevo procedimiento y mostrar la determinación del grupo para sacar adelante la situación.
Además de ello, Puigdemont aseguró por Twitter que Turull “será un gran presidente para revertir los efectos del 155, para hacer respetar el resultado del 21-D y para garantizar la legitimidad de las instituciones nacionales catalanas”. Y Turull, por su parte, también se pronunció a través de las redes: “Trabajaré sin descanso para el progreso y protección de los 7,5 millones de catalanes, sus derechos, su libertad y sus mandatos democráticos”.
JxCat ha sido consciente desde el primer momento de que la candidatura del exconseller de Presidència tenía el hándicap de ser la de uno de los investigados del 1-O y que, por tanto, su presencia al frente de la Generalitat podía ser efímera, pero nadie pensaba que pudiera quedar abortada antes de materializarse, que es la amenaza que se desprende del nuevo paso de Llarena. Dicho de otro modo, algunos temían que no quedara más remedio que pasar al
Puigdemont asegura que el exconseller “será un gran presidente para revertir los efectos del 155”
plan D antes de poder poner en práctica el C, y de ahí la reacción del bloque independentista para evitarlo. Lo que está ahora por ver es el recorrido que tendrá una investidura de estas características, porque, aunque el esquema y la urgencia son las mismas con que fue elegido Puigdemont tras la renuncia de Artur Mas, las circunstancias políticas son completamente distintas.
En todo caso, la voluntad de JxCat es que Turull pueda acudir mañana a la citación de Llarena investido ya como presidente de la Generalitat, aunque sea sólo como presidente electo, pendiente de que el rey Felipe VI firme el nombramiento y de la toma de posesión.