El paseo de las Aigües recibe 2,3 millones de visitas al año
Policías locales patrullarán por Collserola en un plan piloto para frenar a los ciclistas incívicos
El paseo de las Aigües, uno de los enclaves más solicitados del parque natural de Collserola, recibe más de 2,3 millones de visitas al año, la mayoría durante el fin de semana y, en especial, el domingo, cuando se estima que utilizan esta vía hasta 7.500 personas, según un estudio realizado por el consorcio que gestiona este espacio protegido y el RACC. El documento constata un problema que hace tiempo que preocupa a la dirección del parque, los conflictos in crescendo entre ciclistas y paseantes o corredores.
El tramo norte, el que va desde la plaza Mireia, en Esplugues de Llobregat, y hasta la carretera de la Rabassada, de 10,2 kilómetros de longitud, es el más masificado al recibir el 73% de las visitas, porcentaje que los domingos se traduce en unas 5.500 personas. La ruta sur del paseo, la comprendida entre la Rabassada y la Casa de l’Aigua, en Trinitat Nova, de 8,6 kilómetros, registra el mismo día una afluencia de 2.000 ciudadanos.
Con sólo cuatro vigilantes, el parque, que abarca 8.000 hectáreas, se ve impotente a la hora de hacer cumplir la normativa. Además de ser un número muy insuficiente no tienen capacidad para imponer sanciones a los usuarios que infringen la ley. Los ciclistas que se adentran en este espacio natural no pueden superar los 20 km/hora y no pueden circular por sendas de menos de tres metros de anchura.
El descenso por “trialeras” tan en boga está prohibido. En teoría, pues después de que la asamblea general del consorcio del parque aprobara, en diciembre del 2016, una diligencia en la que se regula la circulación de bicicletas por este espacio, sólo uno de los nueve ayuntamientos con territorio dentro de la zona protegida, el de Sant Cugat del Vallès, ha incorporado a sus ordenanzas sanciones para los ciclistas temerarios. Las multas, que alcanzan hasta los 500 euros, persiguen acabar con las conductas incívicas.
Isabel Raventós, jefa del servicio de Uso Público, Divulgación y Educación Ambiental del consorcio, reiteró ayer su preocupación por el comportamiento de los ciclistas que irrumpen a toda velocidad en los senderos provocando situaciones de peligro con paseantes y corredores. Raventós indica que cada lunes les llegan quejas y temen que tarde o
UN ESTUDIO ALERTA
La masificación provoca situaciones de peligro entre paseantes y los que van en bicicleta
LA RESPUESTA
Sant Cugat incorpora a sus ordenanzas multas para ciclistas con conductas temerarias
temprano se tenga que lamentar algún accidente de gravedad.
Para intentar informar, hacer pedagogía de los valores de este enclave, y también para disuadir a este colectivo, un grupo de policías locales patrullará durante cinco fines de semana de mayo y junio por el parque en un plan piloto. De momento, se empezará con efectivos de Sant Cugat, concretó Isabel Raventós, a los que se podrían sumar los de Esplugues de Llobregat y los de Barcelona. La aprobación en pleno de dicho reglamento comporta que los ayuntamientos destinen policías al parque para que velen por su cumplimiento.
Ayer, en el acto de presentación de nuevos paneles de señalización en el paseo de las Aigües, la alcaldesa de Esplugues y vicepresidenta del consorcio, Pilar Díaz, anunció que su municipio también daría luz verde en breve al reglamento.
De hecho, el presidente del RACC, Josep Mateu, recordó ayer que el informe sobre la convivencia entre usuarios del paseo de las Aigües recomienda la presencia de la Guardia Urbana para controlar la velocidad de las bicicletas los días de más afluencia, y apeló a la tolerancia cero con los infractores.