Barcelona Global pide un recargo de la tasa turística para la cultura
La asociación propone incentivar la capital catalana como la ciudad de la música y hacer más visibles los beneficios que reporta el turismo
Barcelona Global ha puesto hilo a la aguja para remendar la imagen algo deteriorada que el turismo ha adquirido en los últimos años entre los habitantes de la capital catalana y para encontrar fórmulas que permitan a la ciudad preservar los beneficios que esta actividad le reporta. La asociación, que tiene como objetivo atraer talento a Barcelona, presentó ayer en el CaixaFòrum una batería de propuestas estratégicas que van en esa dirección, elaboradas durante meses en diferentes mesas de trabajo y teniendo en cuenta las buenas prácticas de ciudades como Amsterdam. Miami, Nueva York y Ciudad del Cabo, que aplican fórmulas para resolver problemas similares a los que afronta Barcelona. Entre las propuestas elevadas a las administraciones se encuentra la de introducir un recargo en el impuesto turístico que sirva para dotar un Fondo de Apoyo a la Cultura, gestionado de manera público-privada, y que, entre otras iniciativas, podría utilizar la música para generar un valor añadido.
La asociación que preside Gonzalo Rodés, a la que están asociados muchos agentes turísticos, propuso ayer, en la primera Barcelona Global Summit, la creación de la plataforma Barcelona es Música, con participación de los grandes operadores musicales, aprovechando la experiencia de festivales como el Sónar o el Primavera Sound. Su finalidad sería promocionar la ciudad como protagonista de un relato musical novedoso, programar actividades en temporada baja y en momentos hoy desaprovechados, como la Nochevieja, para favorecer la desestacionalización. Se trataría de dar un paso más en la dirección apuntada por el Ayuntamiento de la mano del exteniente de alcalde socialista, Jaume Collboni, cuando ingresos de la tasa turística comenzaron a destinarse a proyectos culturales como el Grec en agosto.
Las propuestas responden, señaló Rodés, a la preocupación creada
Entre las iniciativas, un certificado de buenas prácticas para empresas que respeten la igualdad salarial entre sexos
tras un año, el 2017, en el que se sucedieron las agresiones al turismo, las huelgas de seguridad en el aeropuerto, los atentados del 17 de agosto y la crisis política. Inquietud pero, al mismo tiempo, “convencimiento de que Barcelona tiene una gran oportunidad de consolidarse como una ciudad global”, una categoría a la que puede aspirar no más de medio centenar de metrópolis.
En lo que respecta a los pisos de uso turístico, Barcelona Global plantea aplicar una regulación similar a la de Ámsterdam o San Francisco (con limitaciones temporales y del número de ocupantes) y una revisión del IBI de los edificios completos de apartamentos turísticos a fin de destinar los ingresos adicionales a programas de vivienda social. En la línea de conciliar turismo y ciudad y de mejorar la percepción que de esta actividad económica tienen los barceloneses, se plantea también dar notoriedad a las actuaciones financiadas con la recaudación del impuesto turístico creando un sello que identifique cómo se han sufragado. Asimismo, Barcelona Global, para combatir la precariedad en el empleo vinculado al turismo (que representa el 10% de la ciudad), reclama un certificado de buenas prácticas laborales para empresas y establecimientos que respeten la igualdad salarial entre hombres y mujeres y entre personal propio y subcontratado.