Atentado en Alejandría en vísperas de las presidenciales
Un coche bomba dirigido contra un jefe policial mata a un agente y un chófer
La explosión de un coche bomba provocó ayer dos muertos en Alejandría, segunda ciudad de Egipto, en vísperas de unas elecciones hechas a medida para la victoria del presidente Abdul Fatah al Sisi. El Ministerio del Interior aseguró que el atentado, en el que murió un policía y fueron heridos otros cuatro, tenía como objetivo el jefe de seguridad de la ciudad, el teniente general Mustafa al Nemr, que pasaba en aquel momento en un convoy.
Al Nemr salió ileso. Horas más tarde del atentado, las televisiones emitieron imágenes del teniente general inspeccionando la zona sin ninguna herida aparente.
La explosión se produjo cerca de una comisaría, en una calle poco transitada de un barrio residencial. Al Nemr confirmó a la agencia oficial de noticias egipcia, Mena, la muerte de dos personas, que identificó como un conductor y un policía que viajaban en un vehículo situado detrás del suyo propio.
Ningún grupo reivindicó el atentado. Hace un mes, el Estado Islámico difundió un vídeo en el que llamaba a los egipcios a boicotear las elecciones presidenciales del 26 al 28 de marzo, y pedía a los yihadistas que lanzasen ataques a las fuerzas de seguridad y los representantes del régimen.
En el 2015, durante las elecciones legislativas, el EI llevó a cabo un atentado contra un hotel del Sinaí que provocó varios muertos, incluidos dos jueces que supervisaban los comicios. Ese mismo año, un coche bomba mató al fiscal general Hisham Barakat.
La agencia Mena acusó ayer del atentado en Alejandría a los Hermanos Musulmanes, organización islamista a la cual pertenecía el expresidente Mohamed Morsi, derrocado por Al Sisi en el 2013, y hoy designada grupo terrorista. “Elementos de los Hermanos están intentando obstruir el proceso electoral e influenciar a los ciudadanos para que no participen en la elección presidencial”, dijo Mena.
En diciembre, el Estado Islámico intentó asesinar, sin éxito, a los ministros de Defensa e Interior cuando se encontraban de visita en la península del Sinaí, donde las fuerzas del Gobierno egipcio llevan casi cinco años combatiendo a los yihadistas. El pasado viernes, el propio Al Sisi visitó a las tropas en el Sinaí y auguró una pronta derrota de los yihadistas.
Este lunes los egipcios deben comenzar a votar en la primera vuelta presidencial. Nadie espera que haya una segunda. En las papeletas sólo estará el nombre del presidente Al Sisi y el de un único rival, un político casi desconocido llamado Musa Mustafa Musa. Se presentó en el último momento, en lo que todo indica que fue una maniobra para salvar la cara del régimen tras la detención o expulsión de la carrera mediante intimidación de todos los rivales que tenían alguna posibilidad.
Mientras, la justicia egipcia anulaba ayer otra condena contra el expresidente Hosni Mubarak y dos de sus ministros, que fueron sentenciados a pagar más de 24 millones de euros por haber cortado las comunicaciones durante la revuelta del 2011. Una tras otra, todas las condenas impuestas a Mubarak tras la rebelión han sido anuladas. Hace un año, se le absolvió del cargo más grave, el asesinato de manifestantes durante las protestas.
Aunque no hay reivindicación, el EI llamó a atentados contra los comicios del 26 al 28 de marzo