Mataró dignifica la franja marítima con 700 pisos
El espacio que ocupa el solar de la antigua fábrica Iveco-Pegaso, entre la vía de tren y la N-II, ha costado 11,5 millones para construir viviendas y comercios
Han pasado más de 15 años desde que el Ayuntamiento de Mataró, a través de la empresa municipal Pumsa, adquiriera los terrenos de Iris Bus Ibérica, popularmente conocidos como Iveco-Pegaso por la fábrica de camiones y autobuses allí existente. Desde entonces, la empresa municipal Pumsa arrastraba una hipoteca de 22,7 millones hasta que creó la promotora Porta Laietana asociándose con la constructora Copcisa, previo pago de 35 millones de euros. Desde aquel momento, la crisis inmobiliaria había mantenido los terrenos de la franja marítima, entre la carretera N-II y la vía férrea de la capital del Maresme, en un estado de degradación y abandono. Ahora, en esta zona, se podrán construir unos 700 pisos.
La primera empresa promotora decretó su quiebra técnica en el 2013. El Ayuntamiento impulsó un nuevo proyecto de parcelación que ahora ha permitido desarrollar 30.642 m2, de los que el 84% se podían destinar a usos residenciales, pero que se han reducido al 70% para permitir un mayor impulso comercial en la zona calificada de usos terciarios, un 30% del total. Esta operación complementará la zona industrial Balançó i Boter y permitirá dar salida a las oficinas y empresas que surjan del parque tecnológico y universitario TecnoCampus “para evitar que se marchen de Mataró”, reconoce el alcalde, David Bote.
Para el alcalde, la operación permite desarrollar un sector “absolutamente estratégico para la ciudad” que hasta ahora estaba sumido en un estado de degradación, por lo que espera que aumente el interés de los inversores cuando “Mataró vuelva a ser atractiva”.
La importancia del nuevo desarrollo urbanístico también estriba en la alineación de las nuevas viviendas con el distrito tecnológico que acoge el TecnoCampus. El alcalde tampoco obvia que la operación económica permitirá “sanear las cuentas de Pumsa”, empresa urbanística municipal que arrastra una deuda de 36 millones de euros. En esta línea, incide en la creación de nuevos puestos de trabajo para una ciudad con uno de los índices de desempleo más elevados.
Con el nuevo desarrollo urbanístico, la empresa Maresyterey SA –propiedad del grupo inversor del futbolista Andrés Iniesta–, que ha adquirido los terrenos por 11,5 millones de euros, dispondrá de 71.556 m2 edificables, de los que el 84% se destinarán a usos residenciales. El número máximo de viviendas, a falta de consolidar la planificación, es de unos 700 pisos, de los que 235 deberán ser de protección oficial.
La nueva planificación permitirá, asimismo, que los edificios se ubiquen junto a la carretera N-II. Las nuevas calles, según los técnicos municipales, “serán viales muy amplios, de 25 metros el menor”, mientras que los que transcurrirán perpendiculares al mar tendrán una anchura de 35 metros, lo que convertirá la zona en “un futuro gran bulevar”. El proyecto gana zonas verdes. Así, el paseo Parc del Mar, que transcurre frente a la zona universitaria, tendrá continuidad hasta la estación de Renfe y llegará a tener una longitud aproximada de 1,2 kilómetros.
El desarrollo del sector permite prolongar el paseo marítimo Parc de Mar hasta los terrenos de la estación de ferrocarril