Las estaciones de esquí alargan una temporada de éxito
Toda las estaciones han tenido nieve de sobras y se espera pasar de los dos millones de visitas
En el sector del esquí se empieza a respirar un optimismo indisimulado cuando aún faltan dos semanas (la temporada se ha alargado esta campaña más allá de la Semana Santa) para la bajada de persiana en la mayoría de estaciones. Las previsiones apuntan –si el clima se alía con los esquiadores estas vacaciones de Pascua– que se podría pasar de largo de los dos millones de visitas en el balance total de las estaciones del Pirineo catalán. Así lo augura Joaquim Alsina, director de la Associació Catalana d’Estacions de Muntanya (ACEM). “Estamos a punto ya de superar las cifras de la última temporada, lo que no era nada fácil pues esa campaña fue muy positiva”, revela Alsina.
La cifra de más de dos millones de días de esquí en Catalunya (el año pasado se rozó ese número) no se registra desde la temporada 2010-2011. Estas previsiones son una buena noticia para la economía de los territorios de montaña con estaciones de esquí, como lo es también el hecho de que esos ingresos se hayan repartido esta temporada como nunca. La nieve ha sobrado en todas las estaciones de los Pirineos y las precipitaciones, muy tempranas, permitieron a muchos de esos complejos abrir incluso antes del puente de la Constitución.
La generosidad en nieve ha permitido a esos complejos mantener sus instalaciones desde el mismo inicio de la temporada en un excelente estado. Situación que aún perdura hoy con grosores acumulados en muchas estaciones que rondan los tres metros en las cotas más altas. Así que la práctica del esquí para esta temprana Semana Santa está más que asegurada, coinciden en afirmar desde todos los negocios de los Pirineos, desde Andorra, hasta Aragón, pasando por Catalunya.
Otra cosa ha sido el clima de los meses de invierno. “Los fines de semana con sol y buen tiempo han sido contados, lo que ha res- tado clientes a las estaciones”, añade Joaquim Alsina. Circunstancia que explica una realidad poco común en los valles con estaciones de esquí. El número de pernoctaciones ha aumentado en la mayoría de esos destinos respecto a las cifras del año pasado, pero ese incremento de visitantes no ha repercutido de la misma forma en las estaciones de esquí. Boí-Taüll es un ejemplo. Martí Rafel, director general del complejo de la Alta Ribagorça, revela que en su caso los números de ocupación en los complejos hoteleros de la estación han aumentado más, respecto a la anterior campaña, que la venta de forfaits en pistas, que augura será similar a la del año pasado. La misma situación se ha repetido en otros valles como Aran, donde muchos esquiadores dedicaron más horas a pasear que a esquiar los fines de semana de temporal.
Repetir esta temporada las mismas cifras que la campaña anterior en venta de forfaits puede considerarse, sin embargo, “como un verdadero éxito ya que al sobrar nieve en todas las estaciones el esquiador se ha repartido por toda la cordillera”, indica Conrad Blanch, ex director general de Grandvalira-Ensisa y ahora responsable de la organización de las finales de la Copa del Mundo de esquí alpino 2019 en el sector de Soldeu. Blanch augura que la cifra global de afluencia de esquiadores será “casi con toda seguridad superior esta temporada a la del año pasado; la única diferencia respecto a otras campañas, con nevadas menos generaliza-
OFERTA EN TODA LA CORDILLERA Los esquiadores han podido elegir destino en función de gustos y no por grosores de nieve
CONDICIONADOS POR EL CLIMA El mal tiempo en fin de semana ha afectado a las pistas, pero ha llenado los valles de turistas
das, es que este invierno los beneficios están mucho más repartidos”. Y también se apunta, desde diferentes valles, que se ha detectado un mayor gasto de los esquiadores en negocios asociados a la nieve.
Buena parte de las estaciones ya tenían previsto alargar la temporada más allá de las vacaciones de Pascua. Y las que no habían aventurado esa posibilidad, como La Molina, Vall de Núria, Vallter 2000, Espot y Port Ainé (todas gestionadas por Ferrocarrils de la Generalitat), han variado de planes en los últimos días para cerrar también el 8 de abril. Masella, como ya es habitual, es la única que no ha puesto fecha a la bajada de persiana. Alargará la temporada hasta que se lo permita la nieve.
Las previsiones para lo que queda de temporada de esquí no pueden ser mejores. La entrada de la última ola de frío mantiene las pistas en unas excelentes condiciones y además favorece a los destinos de montaña, ya que muchas personas que tenían planeado pasar la Semana Santa cerca de la playa están cambiando de plan porque el clima no acompaña en esos destinos de sol. Así que las reservas en los valles cercanos a estaciones de esquí, como en el resto del Pirineo catalán, se han disparado en las últimas horas.
El Patronat de Turisme de la Diputación de Lleida confía en que la ocupación entre el próximo jueves y domingo en los destinos de montaña ronde el 95%. Sólo en el Pirineo de Lleida se prevé vender en los próximos días 100.000 forfaits, 15.000 más que la temporada anterior para estas fechas, cuando las vacaciones de Pascua fueron en abril.
Baqueira Beret, la estación catalana que recibe más clientes, confía esta temporada (todo dependerá del clima durante la Semana Santa) mejorar los resultados del año pasado. “En estos momentos ya hemos cubierto nuestras expectativas”, afirma Xavier Ubeira, director comercial de la estación aranesa. El arranque de la campaña “no podía ir mejor”, recuerda Ubeira. Durante las vacaciones de Navidad esa estación batió uno de sus propios récords. Fue el 30 de diciembre con la visita de 21.300 esquiadores en una sola jornada. Ese día hizo sol.
El mal tiempo durante muchos fines de semana (algo que se ha repetido este invierno en los Al-
PRIMAVERA GÉLIDA
La última ola de frío ha hecho variar los planes de turistas que preveían ir a la playa
APURAR HASTA EL FINAL Las estaciones cierran el 8 de abril, excepto Masella, que alargará hasta que quede nieve
pes) ha frenado también la afluencia de esquiadores en Baqueira. Clientes que estaban ya en el destino, pero no subieron a pistas al no acompañar el clima. En el caso de la estación aranesa esta temporada pasará también a la historia por un incremento de visitantes extranjeros. Francia y el Reino Unido son los países de esos nuevos esquiadores “que se están enamorando de la Val d’Aran”, revela Ubeira.
En Masella se respira también, en esta última traca de la temporada, mucho optimismo. Si el tiempo acompaña, la estación de la Cerdanya augura cerrar la temporada con un balance final muy positivo. Aquí también ha sobrado nieve.