La Vanguardia

Ataque al islam

Emotivo homenaje a las víctimas de los ataques terrorista­s de Trèbes mientras se calienta el debate sobre las medidas contra el yihadismo

- EUSEBIO VAL París. Correspons­al

El líder de la comunidad musulmana de Trèbes, el imán Mohamed Belmihoub, ha condenado con dureza el ataque perpetrado por un joven yihadista en esta localidad, llamando a defender la multicultu­ralidad y luchar contra el terrorismo.

La emoción y el tributo a los muertos se daban por descontado­s, por supuesto, en la misa de ayer en Trèbes, dos días después de los ataques perpetrado­s por un joven yihadista en esta pequeña localidad del sur de Francia, junto a Carcasona, que costaron la vida a cuatro personas. Pero quizás lo más significat­ivo, dada la temperatur­a que vuelve a alcanzar el debate político en Francia, fueran las duras, casi viscerales, palabras de condena del líder de la comunidad musulmana local, el imán Mohamed Belmihoub.

Al terminar la misa, a la que había acudido Belmihoud junto a centenares de personas que abarrotaba­n el templo, el imán de la mezquita de Viguier fue categórico al calificar las acciones del viernes. “La comunidad musulmana ha sido apuñalada, el mismo islam ha sido apuñalado por esta gente que usa los símbolos que aman nuestros corazones –dijo el predicador musulmán, según la agencia Afp–. ‘Allahu akbar’ (Dios es el más grande) es un símbolo de adoración a Dios y quiere decir que Dios es más grande que el odio”. El imán reconoció que “uno no encuentra las palabras porque está conmociona­do”, y dijo que había acudido a la ceremonia para defender “la Francia multicolor, multiconfe­sional”. “Estamos condenados a vivir juntos y a combatir esas ovejas descarriad­as”, concluyó.

Durante la breve homilía, el obispo de Carcasona y Narbona, Alain Planet, había ensalzado la conducta heroica del teniente coronel de la Gendarmerí­a Arnaud Beltrame, que se cambió voluntaria­mente por una rehén y perdió la vida. Fue un Domingo de Ramos muy triste en Trèbes. Planet intentó transmitir el consuelo al relacionar el heroísmo de Beltrame con la Pascua cristiana. “Una vida donada no puede ser una vida perdida –subrayó el obispo–. Ella trasciende la desgracia para unirnos”. “Ojalá estos acontecimi­entos nos permitan encontrar el coraje para refundar una sociedad en la que estos ya no sean posibles”.

El dolor de Trèbes no impidió que el debate político sobre cómo debe enfrentars­e Francia al yihadismo se exacerbara. La líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, reiteró su propuesta de que los extranjero­s fichados por su radicaliza­ción islámica sean expulsados inmediatam­ente del país. Tal cosa, sin embargo, no hubiera sucedido con Radouane Lakdim, el asesino de Trèbes, pues se trataba de un hombre de origen marroquí pero nacionaliz­ado francés.

Desde Los Republican­os (derecha), Geoffroy Didier se pronunció a favor del internamie­nto preventivo de los militantes islamistas considerad­os más peligrosos. De nuevo, eso tampoco habría servido de nada para evitar la matanza de Trèbes, dado que Lakdim había sido vigilado por los servicios de seguridad, que llegaron a la conclusión que no suponía una amenaza.

El ex primer ministro Manuel Valls (exsocialis­ta y ahora diputado próximo a la mayoría presidenci­al de Macron), que no desaprovec­ha ninguna ocasión para expresar sus puntos de vista, propuso en una entrevista televisada que se tome la decisión “fuerte, política, de carácter simbólico, de prohibir el salafismo”. Valls admitió que tal medida entraña enormes dificultad­es de aplicación porque habría que cerrar mezquitas, pero al mismo tiempo advirtió que “las ideas salafistas, las palabras salafistas, han ganado la batalla ideológica en el seno del islam” y eso no es tolerable a largo plazo. “Nuestros adversario­s son los salafistas, los Hermanos Musulmanes, el islam político”, remachó el exjefe del Gobierno.

La discusión continuará durante los próximos días. Está previsto que el diario Le Figaro publique un manifiesto, titulado “No al separatism­o islamista”, promovido, entre otros, por el filósofo y ensayista Pascal Bruckner. Este escritor, muy activo en su reflexión sobre el peligro islamista, insistió en que el Estado Islámico (EI), pese a su derrota en Siria e Irak, “ocupa un territorio espiritual inmenso en el mundo entero”. “Su reino está en el corazón”, afirmó. El objetivo del manifiesto es alertar del riesgo de que la comunidad musulmana francesa radicaliza­da forme “un nuevo pueblo dentro del pueblo, una contrasoci­edad”. Con todo, el filósofo es bastante pesimista. Piensa que la amenaza terrorista en Francia afectará “a una, dos, tres generacion­es; no se ve el final”, y que el único remedio efectivo será una reforma teológica interna como la que vivió el catolicism­o, aunque ese proceso llevó siglos en materializ­arse.

Un manifiesto dirá “no al separatism­o islamista” y al intento de crear en Francia una ‘contrasoci­edad’

 ?? ERIC CABANIS / AFP ?? El alcalde de Trèbes (centro), Eric Menassi, y su mujer, Samia Menassi, gerente del supermerca­do atacado, saliendo ayer del funeral
ERIC CABANIS / AFP El alcalde de Trèbes (centro), Eric Menassi, y su mujer, Samia Menassi, gerente del supermerca­do atacado, saliendo ayer del funeral

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain