Ola de protestas en toda Catalunya contra la detención del expresident
Enfrentamientos ante la Delegación del Gobierno en Barcelona causan 79 heridos
La que empezó siendo la revolució dels somriures, un movimiento pacífico y festivo, se transformó ayer en un clamor para protestar contra la detención del president destituido Carles Puigdemont y los últimos encarcelamientos de líderes independentistas ordenados por el juez Pablo Llarena. La tristeza y la indignación marcaron las multitudinarias marchas convocadas por diferentes entidades independentistas que recorrieron mayoritariamente sin incidentes, el centro de Barcelona, Tarragona, Lleida y otras ciudades catalanas. Pero la protesta acabó degenerando, se cortaron varias carreteras y se vivieron momentos de tensión y enfrentamientos entre los manifestantes y los Mossos encargados del perímetro de seguridad de las distintas delegaciones del Gobierno en Catalunya. En Lleida los manifestantes consiguieron romper el cordón policial y acceder al parking de la Subdelegación. A última hora de ayer el resultado era de al menos 87 heridos, 79 en Barcelona (13 de ellos Mossos), 7 en Lleida y uno en Tarragona, todos ellos de carácter leve excepto uno. Además hubo 6 detenidos.
La división de criterios y sentimientos dentro del independentismo se plasmó ayer en las calles y se constató en la serena indignación que presidió la manifestación convocada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), la más mayoritaria, y la tensión vivida en las concentraciones ante las delegaciones del Gobierno convocadas por los Comitès de Defensa de la República (CDR), que desembocaron en violentos enfrentamientos.
Tras conocerse la detención de Puigdemont, la recién estrenada ejecutiva de la ANC convocó de urgencia a la ciudadanía a las 18 h en el paseo de Gràcia, delante de la delegación de la Comisión Europea en Barcelona, para marchar bajando por la Rambla y el paseo Marítim hasta llegar al consulado alemán, situado en la torre Mapfre. Esta marcha contó con el apoyo de Òmnium Cultural, entre otras entidades, y la presencia de numerosos políticos. En su cabecera, sujetando la pancarta que pedía “libertad para los presos políticos”, estuvieron la nueva presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie; representantes de ERC como Jordi Solé y Ernest Ma- ragall; de Junts per Catalunya como Elsa Artadi, Quim Torra y Eduard Pujol, Neus Munté del PDECat; Carles Riera y Mireia Boya, de la CUP, y Antoni Castellà, de Demòcrates, entre otros. También el expresident del Parlament Joan Rigol. Esta marcha logró convocar a 55.000 manifestantes, según la Guardia Urbana, que reclamaron a los políticos que “se pongan de acuerdo para investir a Puigdemont y formar Govern”. Al final de la marcha, Paluzie tomó la palabra para apelar a la opinión pública alemana y a los valores fundacionales de la UE para que no extraditen a España al expresident. El vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, también habló para insistir en que “los catalanes son gente de paz” y los políticos detenidos son “profundamente pacifistas”.
Paralelamente, los CDR convocaron concentraciones y cortes de carretera en diferentes puntos de Catalunya a partir de las 17 horas y avisaron que sería “una larga tarde de movilizaciones”. En Barcelona la marcha comenzó en Canaletes y congregó a varios miles que, a partir de las 18 h, intentaron llegar hasta la Delegación del Gobierno y se concentraron en las confluencias de Mallorca con Pau Claris y València con Roger de Llúria, donde se encontraba el cordón de seguridad de los Mossos. Las consignas coreadas en estas últimas fueron más duras, en especial recriminaciones contra los Mossos, a los que se les recordó insistentemente “vuestro conseller está en prisión” y se les acusó de “botiflers”. Durante toda la tarde los concentrados intentaron romper el cordón policial obligando a los agentes a disparar salvas de aviso. La lluvia de huevos, tomates y latas de bebida sobre los Mossos fue frecuente. La respuesta policial se hizo más violenta a partir de las 19 h, cuando los manifestantes intentaron utilizar los contenedores de basura como arietes. A partir de ese momento, los enfrentamientos se recrudecieron. Los Mossos rodearon a los manifestantes y cargaron con sus porras para intentar dispersar y alejar a los manifestantes de las cercanías del cordón policial. Al mismo tiempo, diversos grupos consiguieron cortar la C-16 en Sallent, la A-2 en Alcarràs, la AP-7, la ronda del Litoral, C-14 en Ponts, N-340 en Camarles y la N-155 en Puigcerdà. Incidentes aislados continuaron durante la noche.
MANIFESTACIONES
La ANC y los CDR convocaron concentraciones en las grandes ciudades
RESULTADO
Los incidentes de ayer se saldan con seis detenidos y cortes en diversas carreteras