“Nos gusta la idea de que la música regresa a casa”
Esteve Lombarte y Ferrán Sáez estaban en una calçotada con música en directo y tuvieron una idea: Acqustic. “Se nos ocurrió por casualidad. Dos años después, llamé a Ferrán y le comenté que quería poner en marcha aquella idea. Y aquí estamos”. Dicen de ellos que son como el Airbnb de la música pero son “una plataforma que facilita que la gente pueda contractar músicos para conciertos en pequeño formato, ya sea en tu sala de estar o en un jardín. También ofrecemos conciertos secretos. Lo del Airbnb de la música ha ido ligado al funcionamiento de la web, donde hay un mapa con todos los músicos y ves sus perfiles. El diseño de la web, sus funcionalidades están inspirados en la de de Airbnb, donde puedes hablar con el músico, contratarlo, lo tienes en el mapa… Lo cierto es que cuando contratas a un músico, uno de los temas claves es el desplazamiento, por eso los hemos geolocalizado, y el precio de la web incluye el desplazamiento hasta 50 quilómetros", explica Lombarte.
Los músicos pasan un control de calidad.
Aplican a nuestra plataforma y mi compañero Ferrán Sáez analiza las propuestas. La selección se hace en base a criterios de calidad musical. Tenemos todo tipos de estilos y lo que hace Ferrán es filtrar si saben tocar, afinan, van a
tempo… Y en función de eso, si cumple los criterios musicales, entra.
¿Qué ventajas tiene para los músicos?
La plataforma es gratis. Les hacemos un vídeo de calidad en blanco y negro, en estudio, con técnico de imagen, sonido… Ellos escogen el precio de su concierto y tienen la libertad de aceptar o no. Sobre ese precio, nosotros cobramos una comisión, del 5% al músico y del 15% al cliente final.
¿Cuántos músicos tenéis?
450 en activo. La plataforma nace en febrero de 2017, empezamos a hacer conciertos en abril y, desde entonces a fin de año, ya hemos hecho un centenar de actuaciones. Además, tenemos a 600 músicos más en lista de espera. Es indispensable tener un vídeo producido por nosotros para estar en la plataforma, para que todo sea homogéneo, y todavía no hemos podido grabarlos a todos.
A los usuarios ¿qué les ofrecéis?
Además de conciertos privados, organizamos conciertos secretos en los que el usuario paga una entrada y no sabe dónde se hará ni quién actuará. Una vez allí, descubre los músicos. Hay dos actuaciones de 30 minutos, intentamos que cada una sea de estilos diferentes, que se complementen para ayudar a que la expe- riencia sea la mejor posible. Los organizamos en librerías, terrazas, casas de muebles,… para un máximo de 30 o 40 personas. Se pagan 18 euros y te entran tres cervezas o copas de vino.
Vosotros filtráis a los grupos según el lugar del concierto que se demanda.
Tenemos dos tipos de filtros, el de estilo y el de espacio. Si el usuario quiere un concierto de jazz en la sala de estar de casa, le saldrán bandas de máximo dos miembros. Si quiere un concierto en el jardín, le saldrán bandas de hasta cuatro miembros sin batería y con un instrumento de viento como máximo… Pero si, por ejemplo, escoge un concierto de versiones en un ático, normalmente no le ofreceremos una banda con contrabajista porque es difícil meter un contrabajo en un ascensor.
¿Contáis con algún artista conocido?
La gran mayoría son emergentes. Alguno despunta como el grupo Bipolar, que han sido nominados como mejor artista revelación por los premios Enderrock. Pero estamos seguros de que en un año o dos, muchos de los grupos de la plataforma empezarán a despuntar.
¿Cuál es la respuesta de los músicos?
Muy positiva porque, al final, si tienes un manager la vida es más sencilla, en caso contrario te siente más desamparado, tienes que hacer tú el marketing, buscar los conciertos… Acqustic es una plataforma que hace de paraguas para estos profesionales, les ofrece un vídeo de calidad, conciertos, la posibilidad de participar en conciertos secretos…
El mundo de la música ha cambiado mucho en poco tiempo. ¿Cómo se os ocurre Acqustic?
Hay una parte paradójica pero bonita. Si te miras la historia de la música, empezó en las casas y castillos con los trovadores. Siglos después aparecieron el vinilo, el cd, Spotify, la fiebre de los grandes festivales… Y ahora la tendencia va hacia el pequeño formato. Nos gusta mucho la idea de que la música regresa a casa. La historia de la música es cíclica y la gente vuelve a querer vivir experiencias más íntimas en pequeños formatos.
Contáis con aliados como La capsa de trons. Gracias a ellos hacéis los vídeos…
Sí, nos ayudan a hacer los vídeos. Hace poco se ha incorporado al proyecto La Sextabaja, los locales de ensayo más importantes de los grupos indies de Barcelona. Allí están Love of Lesbian, Sidonie... La capsa de trons está en Sant Quirze y llevan grupos como Els Catarres Doctor Prats… Y son los primeros que nos acogieron, pero con La Sextabaja conseguimos que los músicos no tengan que desplazarse.
¿Estáis solo en Barcelona?
No, abrimos en Madrid hace tres semanas, con 50 músicos. En Valencia abrimos la semana del 4YFN. Tenemos poquitos grupos, unos 15.
Estuvisteis en el 4YFN, ¿cómo fue?
Es intenso y chulo. Ya estuvimos el 2016, cuando empezamos el proyecto pero estaba en pañales. A la gente le gustaba y preguntaba datos de facturación, rondas… Este año la experiencia ha sido muy positiva. Tuvimos cuatro o cinco reuniones cada día con inversores y encontramos muchas sinergias con otras start-ups, que nos dieron ideas para desarrollar muchas funcionalidades nuevas.
"Si el usuario por ejemplo escoge un concierto de versiones en el ático, normalmente no le ofreceremos una banda con contrabajista porque es difícil meter un contrabajo en un ascensor".