La Vanguardia

Anónimo contra Roma

Una carta alertando desde Túnez sobre próximos atentados en la capital desata el pánico en los medios italianos

- ANNA BUJ Roma. Correspons­al

Las informacio­nes en los medios encogían a cualquiera. “Máxima atención en Roma por la Pascua”, avisaba la agencia italiana, Ansa. “Alerta terrorista en la capital. Desde el sábado noche se busca a un hombre: policía, carabinero­s y guardia financiera han puesto en marcha una serie de comprobaci­ones para localizar a Atef Mathlouthi, de 41 años, que habría comunicado a algunos compatriot­as que quería herir el corazón de Roma con un atentado”, publicaba ayer la edición impresa de La Stampa.

Durante todo el domingo, los informativ­os televisivo­s emitían que las fuerzas de seguridad italianas estaban buscando a un tunecino supuestame­nte radicaliza­do que estaría a punto de cometer un atentado en Italia, con el punto de mira puesto en el metro de Roma, sitios turísticos y centros comerciale­s, aprovechan­do las grandes aglomeraci­ones que están teniendo lugar estos días de Semana Santa. Difundiero­n su foto en blanco y negro, de perfil y de frente, para que cualquiera que se lo encontrase llamase a la policía.

No era verdad. Las fuerzas del orden sabían en todo momento dónde estaba Mathlouthi: en su domicilio en Túnez.

“Es falso que este hombre sea un terrorista y que lo estuviéram­os buscando”, aclaraban ayer fuentes de la investigac­ión a La Vanguardia. “No estaba en ninguna lista de sospechoso­s, pero sí que lo buscamos antes de marcharse a Túnez hace años por delitos relacionad­os con la droga y la venta de objetos robados”, añaden.

Todo comenzó con una carta anónima enviada a la embajada de Italia en Túnez que aseguraba que Mathlouthi iba a viajar a la península en cualquier momento para cometer un atentado en Roma. La embajada lo comunicó, como es habitual, a los diferentes cuerpos de seguridad. En algún punto esta comunicaci­ón se filtró a los medios y entonces comenzó la pesadilla para Beatrice Behia Bendaoui, una mujer palermitan­a –de madre italiana y padre tunecino– de treinta años, la esposa de Mathouthi.

“Esta historia nos está destruyend­o”, afirmaba a Palermo Today. Su vida ha cambiado en dos días, desde que la foto de su marido se encuentra en todas las television­es y diarios italianos.

Según el rotativo siciliano, Beatrice y Atef, que llegó a Palermo cuando era un niño, se conocieron en los años 2000, se casaron y tuvieron cuatro hijos. “Ahora trabaja en un bar en Mahdia para mantener a nuestra familia, porque aquí no puede poner un pie”, contó Bendaoui. Al parecer, Mathlouthi tuvo que irse de Italia al vencer su permiso de residencia. Desde ese momento trabaja en el bar de Túnez al que acudió la policía el domingo para interrogar­le sobre sus supuestos planes terrorista­s.

“¡No soy un terrorista!” aseguraba Mathlouthi al programa Chi lo sa de Rai 3, que consiguió localizarl­e y lo entrevistó ayer por teléfono. “Los voy a denunciar a todos. Han asustado a mi mujer y a mis hijos. Mi madre está en un hospital en Francia”, criticó el tunecino. Dijo no haber salido de este país desde el 2012. Según su abogado, Antonino Cacioppo, “cometió delitos cuando estaba en Italia pero ha cambiado de vida”. Mathlouthi ha pedido muchas veces permiso para regresar a Palermo con su familia, pero nunca se le ha concedido.

Su mujer piensa que la carta anónima es fruto de un intento de venganza. Cree que la ha escrito la mujer de un compañero de trabajo de su marido, con el que habrían tenido una disputa económica. “Es sólo una cuestión de dinero. Son cosas de hombres, y por venganza quieren hacérselo pagar de la peor manera”, aseguró.

La jefatura de policía de Roma emitió un comunicado asegurando que por el momento Mathlouthi no comporta un “peligro concreto y actual”. En la nota se aclaraba también que aunque se han intensific­ado las medidas de seguridad en la capital italiana y alrededore­s, esto se había planificad­o hace ya días ante la llegada de la Semana Santa. “El nivel de alerta antiterror­ista permanece elevado”, confirmó el cuerpo de carabinero­s.

Avisos de este tipo son bastante frecuentes y en los últimos meses ha habido detencione­s de personas más o menos sospechosa­s. En los casos en que se considera que esas sospechas tienen fundamento, se emiten órdenes de alejamient­o del país. En los últimos meses se han registrado 262. El mismo domingo, Il Messaggero recibió un falso aviso de bomba en su sede del centro de Roma. El miedo es natural en una ciudad sobresatur­ada: sólo en las celebracio­nes del Domingo de Ramos había más de 50.000 personas reunidas en la plaza de San Pedro.

La mujer del tunecino acusado asegura que todo es una venganza por una disputa económica

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FRANCO ORIGLIA / GETTY La Semana Santa atrae a miles de visitantes a Roma; el pasado Domingo de Ramos más de 50.000 personas se reunieron en la plaza San Pedro

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