Un mensaje de ánimo

En los medios de comunicación lo que más se divulga son catástrofes, desgracias y desacuerdos políticos que llegan a deprimirnos. Por eso deseo contar un pequeño acontecimiento que me conmovió profundamente.

Íbamos paseando por un bello parque de Barcelona cuando vimos que allí cerca empezaba una carrera infantil. Nos acercamos y pronto empezaron a salir los muchachos corriendo. El que iba en último lugar era un niño con síndrome de Down.

Al ver que sus compañeros corrían muy ligeros, se acomplejó y paró, mientras las lágrimas le cubrían las mejillas. A nuestro lado, un joven, al darse cuenta, empezó a gritarle con todas sus fuerzas: “¡Corre, corre, que tú puedes. Corre, pruébalo!”.

Entonces la gente que había a su alrededor se unió a él repitiendo: “¡Corre, corre, que tú puedes…!, lo que provocó un verdadero estruendo de voces.

Y aquel niño levantó el brazo en señal de despedida y se fue corriendo tras los otros participantes.

Muchos de los asistentes nos quedamos llorando por la emoción, especialmente su madre.

M.ª ROSA BONALS

Terrassa