Aumenta la delincuencia
EL aumento del número de delitos en Catalunya en el 2017, en especial en Barcelona y poblaciones limítrofes, rompe la tendencia a la baja que se ha producido en los últimos ocho años. Este es un hecho preocupante que debe llevar a la reflexión y, sobre todo, a la adopción de medidas eficaces para corregirlo.
Según los datos facilitados ayer por los Mossos d’Esquadra, el porcentaje de incremento del número de delitos en Catalunya durante el año pasado ha sido de un 4,18%. En la región policial de Barcelona, sin embargo, la subida casi se dobló, hasta el 7,4%. Gran parte de este aumento de la delincuencia lo protagonizan los hurtos, tanto en plena calle como en establecimientos comerciales y domicilios. En el caso concreto de la capital catalana se registraron 111.966 delitos de este tipo, un 9% más que el año anterior. Esto supone que cada día se producen 306 robos al descuido en la ciudad, de los que primordialmente son víctimas los turistas o la gente de paso. Y sucede pese a los reiterados intentos de reducir este tipo de delincuencia –la más numerosa–, a lo que se comprometieron también fiscales y jueces.
Salvo las críticas del PDECat a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la que culpa de mala gestión de los efectivos de la Guardia Urbana, el aumento de la delincuencia en Catalunya apenas suscitó otras reacciones políticas y ciudadanas. Sin embargo, se trata de un hecho grave y preocupante. De entrada, es necesario analizar las causas que explican el aumento de la delincuencia que se ha registrado y estudiar la mejor manera de hacerles frente.
La insuficiencia de personal de la que se quejan los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana, que hace que se vea mermada su presencia en la calle y en la prevención de delitos, puede ser una de las causas que expliquen el aumento de la delincuencia. Pero el hecho determinante podría estar en que, a esa insuficiencia de agentes, se ha sumado que durante el 2017 se ha tenido que dedicar una importante proporción de efectivos a la lucha contra el terrorismo, a raíz de los atentados registrados el mes de agosto pasado, y a labores de vigilancia especial derivada de la situación política que vive Catalunya. Por una circunstancia o la otra, el hecho es que un porcentaje muy elevado de patrullas de seguridad ciudadana se destinan a la vigilancia de infraestructuras críticas, sedes de partidos, medios de comunicación o cualquier otro edificio o personalidad en riesgo o amenaza, en detrimento de otras tareas encaminadas también a la prevención de delitos.
La conclusión más evidente, ante el número de delitos que reflejan las estadísticas, es que se hace necesario reforzar las dotaciones policiales en Catalunya, especialmente en Barcelona, y redoblar los esfuerzos para mejorar la eficacia de su actuación.