Mirando hacia atrás con Claire
La protagonista de ‘Candilejas’ de Charles Chaplin vuelve al cine de la mano de Ventura Pons en ‘Miss Dalí’
Charles Chaplin la convirtió en la protagonista de Candilejas (1952). “Esta chica tiene talento, belleza y un rango emocional notable”, dijo entonces Chaplin de la apenas veinteañera Claire Bloom. Lo tiene escrito en su autobiografía. ¡Qué afortunado he sido al encontrarla!”, añadió. Candilejas fue una oportunidad que Bloom no desaprovechó, y desde entonces esta actriz menuda de cuerpo y expresiva de facciones, que conserva hoy día unos grandes ojos inquisitivos y soñadores, ha construido una carrera internacional en cine, teatro y televisión. Ha participado en más de sesenta películas, entre ellas Casa encantada (1963), hasta llegar a El discurso del rey (2010), oscarizada película de Tom Hooper sobre el rey británico Jorge VI, la II Guerra Mundial y las dificultades del monarca por carambola para articular dos palabras seguidas...
Esa habría sido quizá su última incursión de enjundia en la gran pantalla –desde entonces Bloom se ha centrado más en televisión– si no llega a ser por Ventura Pons que la reclamó para Miss Dalí, estrenada la pasada semana. “Ha sido maravilloso volver al cine de la mano de Ventura Pons”, dice la actriz desde el otro lado de la línea telefónica, pues un inoportuno accidente doméstico la retiene en su casa londinense. “No es nada, un esguince. Pero a estas edades –87 años– todo se complica”, dice Bloom, animosa.
“Ventura es un director competente y capaz”, añade. “Me ha encantado trabajar a sus órdenes y, juntos, acercarnos a una figura tan compleja como es Dalí. Y hacerlo, además, desde la relación con su familia. Un genio visto desde dentro, podemos decir. Desde la perspectiva de la hermana de Dalí”.
Cuando le preguntas a Ventura Pons, el director dice de Claire Bloom que es una “gran dama de la interpretación”. Y es cierto, en sentido literal. Hace uno años la reina Isabel nombró a su súbdita Patricia Claire Blume, verdadero nombre de la actriz, “Dama del imperio británico”. ¿Debemos referirnos a ella como Dama Patricia...”
“No, no”, ríe Bloom. “Patricia desapareció cuando tenía 15 años y empecé a trabajar en el teatro. Nunca he sido una dama, o sea, que llámeme Claire, por favor”. Pero lo cierto es que, junto a Chistopher Plummer, Claire Bloom es la actriz británica más veterana en activo. ¡Voy a tener que empezar a mentir sobre mi edad”, bromea. “Supongo que sí, que es destacable seguir trabajando todavía, a mi edad, pero le aseguro que no lo vivo como un récord ni como una competición. Es que me hace feliz. Especialmente este último trabajo en Cadaqués, un rincón maravilloso que no conocía. Ha sido una delicia. Un trabajo feliz. Ahora ya sólo busco –y acepto– trabajos felices”, dice.
Claire Bloom ha sido una estrella de cine, aunque eso pasa. Lo que siempre será es una competente actriz, especialmente de teatro. “Aunque ahora el teatro lo tengo abandonado”, explica. “Es agotador”. Pero los escenarios le han dado la oportunidad de trabajar con los grandes de la interpretación británica. En sus inicios fue Ofelia, junto a Richard Burton, uno de sus primeros amores; ha sido Julieta, y con el tiempo fue también Blanche DuBois, en la vuelta teatral a Broadway de Un tranvía llamado deseo. “Se puede decir que Richard [Burton] y yo crecimos juntos [como intérpretes]”, recuerda. “Cuando nos conocimos él tenía 23 años y yo 18, y luego coincidimos muchas veces a lo largo de nuestra vida. Tuvimos una relación maravillosa”.
Hasta que se cruzó Elizabeth Taylor….
Pero de eso Claire Bloom no quiere hablar. Ahora sólo quiere hablar de buenos recuerdos. Para todo lo demás nos remite a sus dos autobiografías. Especialmentea Adiós a una casa de muñecas (Editorial Circe) donde habla de Burton, Olivier y otros que se cruzaron en su camino, así como de la traumática separación de su último marido, el escritor Philip Roth, un libro donde afirma, como sigue afirmando, “Ahora mi futuro me pertenece de veras”.
“Mire, yo participé en la versión cinematográfica de Mirando hacia atrás con ira (1958), una gran obra dramática. Pues nada más contrario que ese título a lo que siento ahora. Yo miro hacia atrás con alegría”, asegura. “Es cierto que mis matrimonios no me han funcionado especialmente bien (estuvo casada tres veces, la primera con el actor del método Rod Steiger, padre de su hija, la cantante Anna Steiger, y la segunda con el productor Hillard Elkins). “Pero incluso en esos matrimonios hubieron grandes momentos”, dice la actriz. “Los recuerdos son importantes a mi edad”, añade. “Puedo pasarme horas sentada, tan sólo recordando. Desafortunadamente parece que las cosas sólo te pasan cuando eres joven. Miro hacia atrás, sí, es cierto. Pero sin rabia”, dice.
“Pienso que he sido muy afortunada”, y ríe con una gran carcajada. “Incluso con Philiph” (Roth). Y en el mismo tono de canción americana, concluye esta gran dama de la interpretación que es Claire Bloom: “No me arrepiento de nada, de nada, no”.
‘ADIÓS A UNA CASA DE MUÑECAS’ La actriz escribió un devastador libro de memorias sobre su exmarido Philip Roth
VEJEZ FELIZ “Ahora ya sólo busco –y acepto– trabajos felices”, asegura Claire Bloom