Una exhibición baldía
El equipo blanquiazul cae por la mínima ante el Valencia mostrando al fin su mejor cara
El Espanyol volvió a caer anoche en Mestalla, un campo maldito desde hace ya demasiado tiempo, pero bien pudo empatar o incluso ganar después de mostrar su mejor cara y jugar uno de los partidos más intensos de la temporada. Aunque, más allá del resultado, los blanquiazules demostraron que cuando se lo proponen no son ese equipo mediocre que muestra la clasificación. De haber jugado así a lo largo de toda la campaña el Espanyol no estaría donde está.
Sin Quique Sánchez Flores finalmente en el banquillo por ese virus que ya le impidió dirigir el entrenamiento del sábado, su equipo salió con sorpresas en el once. A los cambios obligados de Marc Navarro por el sancionado Víctor Sánchez en el lateral derecho y de Hermoso por el lesionado Óscar Duarte en el eje de la defensa, el técnico quiso añadir desde la distancia el de Dídac Vilà por Aarón en el lateral izquierdo para formar una nueva línea defensiva y acercarse ya a la veintena de combinaciones, el único récord del que podrá presumir el Espanyol después de esta campaña. Si el objetivo, como insiste siempre el propio técnico, consiste en recuperar la solidez defensiva el camino es, como mínimo, cuestionable.
A todo ello se sumó, por fin, la apuesta de Sánchez Flores –o Antonio Díaz– por Melendo como titular después de sólo haber salido de inicio en un partido de Liga y otro de Copa, y la apuesta por Jurado como pareja de Gerard Moreno en la punta de ataque. Unos cambios que pronto hicieron del Espanyol un equipo mucho más vivo en el ataque, pero que también le condenaron pronto en defensa por dos errores en ambos laterales que le costaron el gol valencianista.
Se disputaba el primer minuto de juego cuando Gerard Moreno enviaba ya el balón a las redes de Neto, aunque Gil Manzano anuló la acción a instancias de su asistente por un fuera de juego milimétrico más propio del VAR que del ojo humano. Un gol que podría haber subido perfectamente al marcador.
Los locales no tardaron en replicar y en el minuto 7 fue Rodrigo quien se reivindicó como goleador al cabecear a las redes un centro de Guedes tras zafarse de Dídac. El portugués también había burlado el marcaje de Marc Navarro para poner pronto en evidencia a esa renovada defensa blanquiazul.
Pero el Espanyol no se arrugó y justo es decir que, sin el técnico en el banquillo, no sólo jugó de tú a tú a un rival que soñaba con dar el sorpasso a la tercera plaza de la tabla, sino que lo dominó y trató de madurar un gol que no llegó en esos 45 primeros minutos de dominio visitante. Hasta el punto de que dominó la posesión y obligó al Valencia a jugar a la contra para encontrarse con un Pau López que ayer pudo desquitarse de los errores de las últimas jornadas.
Tras haber buscado en vano el empate en el primer tiempo con un Piatti motivadísimo que la pasada campaña no pudo jugar en Mestalla por la denominada cláusula del miedo, el Espanyol salió a disputar el segundo con la misma intensidad y las mismas ganas, como si realmente se estuviese jugando algo más que el orgullo y el amor propio. Y tras contener las primeras acciones de los locales en su intento de resolver el partido por la vía rápida dispuso de una ocasión clara en un libre directo desde la frontal que atajó Neto.
El teléfono ardía en el banquillo españolista y Sánchez Flores decidió jugársela. Tampoco tenía el Espanyol nada que perder. En dos minutos, el técnico ordenó que saliesen al terreno de juego Baptistão y Granero, sentando para ello a un Jurado que mostró más calidad que falta de físico y a un Carlos Sánchez que aportaba más estabilidad defensiva que juego de ataque, pero que había visto una amarilla.
La apuesta ofensiva quedaba de manifiesto. Y aún fue más clara cuando, en los últimos minutos, a la vista de que el Espanyol seguía sin ver puerta, el cuadro técnico decidió sacar al verde a Sergio García en tanto que Marcelino García Toral, cauto, cambiaba pieza por pieza sin renunciar al ataque. Los blanquiazules volvieron a mostrar en ese segundo período su mejor cara, pero el Valencia, por inercia y calidad, acabó llevándose el gato al agua para situarse tercero en la tabla.
ZAGA ‘RENOVADA’
A las novedades en defensa de Marc Navarro y Hermoso, el técnico añadió la de Dídac
SUPERIORIDAD VISITANTE Pese a su desventaja, el Espanyol dominó el primer tiempo y salió a por todas en el segundo