Volkswagen da por cerrada la crisis del diésel y cambia de presidente
Matthias Müller percibió una remuneración de 10 millones de euros anuales
Cambios en la cúpula de Volkswagen. Matthias Müller, consejero delegado del grupo, con contrato que finaliza en el 2020, tiene las horas contadas, según informaban ayer varios medios alemanes. Herbert Diess, actual jefe de la marca VW, según el diario alemán Handelsblatt, sería su sustituto al frente del gigante automovilístico.
El grupo indicó ayer en un comunicado que es necesario “un desarrollo en la estructura directiva del consorcio, que también podría estar vinculado con cambios de personal en el comité ejecutivo. De esto forma parte también un cambio en el puesto de presidente del comité ejecutivo. Matthias Müller ha señalado su disposición a participar en estos cambios”.
El consejo de supervisión de Volkswagen está representado por las familias históricas de la empresa Porsche y Piëch, así como el Estado de Baja Sajonia y Qatar, en cuanto accionistas.
Müller, 64 años y con toda una vida en el grupo, reemplazó en el 2015 al anterior ejecutivo, Martin Winterkorn, a raíz del escándalo del dieselgate de las emisiones fraudulentas. Durante la última presentación de resultados el pasado mes de febrero, el aumento de su remuneración anual, que asciende entre la parte fija y la variable a 10 millones de euros, había despertado polémica en el país y, de hecho, obligó al grupo automovilístico alemán a fijar un tope anual para los directivos.
En una reciente entrevista en Der Spiegel, Matthias Müller justificó su sueldo con unos argumentos que no dejan indiferente. “Uno está permanentemente a un paso de la prisión; (...). Vistas nuestras responsabilidades, nuestros salarios están justificados”, manifestó.
Desde un punto de vista industrial, el legado de Müller es positivo, porque contribuyó de forma decisiva a enderezar el grupo después de la mayor crisis de su historia. En tan sólo tres años, le dio la vuelta y devolvió Volkswagen al liderazgo mundial del sector. En el 2017 se marcaron récords: los beneficios netos ascendieron a 11.600 millones de euros, con 10,74 millones de vehículos vendidos. Los márgenes sobre las ventas, que cuando llegó eran del 6%, se elevaron al 7,4%. Asimismo, bajo su reinado, además de enfrentarse a los costes judiciales del fraude del diésel, Volkswagen dio el salto hacia la progresiva electrificación de toda su gama. “No era tan obvio que hubiera conseguido todo esto”, dijo ayer a Bloomberg Christian Ludwig, analista de Bankhaus Lampe.
Aun así, este recorrido no ha sido suficiente para que se mantuviera en el puesto. Matthias Müller arrastraba tensiones con el Estado de Baja Sajonia, a quién acusó de “entrometerse en los negocios”. El nuevo mandamás, Herbert Diess, de 59 años, tiene una ventaja: entró en el grupo a mediados del 2015, con lo que ni tiene vínculos ni está relacionado con la anterior gestión, cuando estalló el escándalo de los motores contaminantes. Los mercados aplauden. Las acciones de Volkswagen subieron ayer en bolsa un 4,5%.
“Uno está siempre a un paso de la prisión; nuestros salarios están justificados”, ha afirmado el directivo