Regionalizar a Portugal
El PS y el PSD refuerzan los municipios y abordan la organización ‘subnacional’
El primer ministro luso, el socialista António Costa, ha dado los primeros pasos para iniciar la regionalización de uno de los más centralizados estados desarrollados del planeta, potenciando como primer paso el poder municipal.
Veinte años después de que el electorado portugués rechazase en referéndum dividir el país en ocho regiones, el primer ministro luso, el socialista António Costa, y el jefe de la oposición, el conservador Rui Rio, firmaron el miércoles un acuerdo para iniciar la regionalización de uno de los más centralizados estados desarrollados del planeta. En una primera fase se potenciará, con nuevas competencias, el poder municipal, en la actualidad única administración inferior a la central en el Portugal continental. La segunda etapa queda por el momento en manos de una comisión de seis expertos que tendrá 15 meses para proponer una alternativa de organización “subnacional” del país, sin que esté definido el alcance y la naturaleza de los posibles nuevos entes, si estarán dotados de autonomía política o sólo administrativa, o si serán simples órganos de coordinación, reforzando los que ya existen.
Cuando era alcalde de Lisboa, Costa proyectó su imagen como tertuliano del programa de televisión de la SIC Noticias La Cuadratura del Círculo, cuyo nombre parece hecho a medida para definir la operación política en la que se embarcó en el 2015. Tras quedar segundo en las elecciones legislativas, se puso al frente del Gobierno gracias a un inédito pacto del PS con la izquierda radical de comunistas y el Bloque, mientras mantenía la apuesta por la ortodoxia económica. Lo que parecía un experimento de alto riesgo deparó grandes éxitos, en forma de estabilidad política y social y de progresos macroeconómicos que catapultaron al ministro de Finanzas Mário Centeno a la presidencia del Eurogrupo.
El miércoles, Costa redondeó su cuadratura al firmar la declaración sobre la regionalización y otra acerca de la financiación europea con el nuevo líder del PSD, Rui Rio, quien no es diputado, y consigue así visibilidad, marca distancias con la feroz y autodestructiva oposición de su antecesor, Passos Coelho, e intenta alejar de la izquierda radical a Costa. Éste es el que más gana, porque se legitima definitivamente como primer ministro, después de haber roto la costumbre de que gobernase el cabeza de la lista más votada. Horas antes de la firma de los textos por Costa y Rio, en la sesión de control en el Parlamento quedó de manifiesto el malestar del Bloque y los comunistas por el acercamiento socialista a la derecha, en plenas tensiones por la negociación presupuestaria del 2019.
“Portugal es identificado como uno de los países de la UE con un perfil más centralizado y centralizador, lo que compromete su desarrollo, cristaliza en desigualdades y nos distancia de los estados más justos socialmente”, se lee en el pacto sobre la regionalización, que incluye transferencias de competencias y fondos, de educación, sanidad, vivienda o policía, a los ayuntamientos, que en Portugal son de gran tamaño, ya que sólo hay 308 en todo el país.
Lo que Costa y Rio definen como la “reforma de la organización subnacional del Estado” se canalizará a través de la comisión de expertos que nombrará el Parlamento y que debe acabar sus trabajos meses antes de las legislativas, de manera que, sobre todo si no se alcanza un consenso robusto, la cuestión de la regionalización puede ser uno de los ejes de las elecciones.
El acercamiento del primer ministro a la derecha irrita a sus socios parlamentarios de la izquierda