Alimentaria roza los 150.000 asistentes en la primera edición junto a Hostelco
El salón Alimentaria, el buque insignia de los salones organizados directamente por Fira de Barcelona, cerró ayer sus puertas tras cuatro días de intensa actividad dejando un buen sabor de boca. Cerca de 150.000 visitantes han pasado por el recinto Gran Via de Fira de Barcelona en la primera edición que celebraban de manera conjunta el gran salón de la alimentación y Hostelco, centrado en el equipamiento y la maquinaria para restauración y hostelería. Han sido 10.000 personas más que en la anterior edición de Alimentaria y con un creciente número de asistentes internacionales, que ya representan alrededor del 30% con origen en 156 países distintos.
Además de la creciente internacionalización, las empresas expositoras se han atrevido a lanzar innovaciones hacia productos más saludables que marcan el camino del sector. “Se ha constatado la pujanza y el ambiente de optimismo que respiran los protagonistas del sector”, destacó el director de Alimentaria, J. Antonio Valls, al cierre de un salón que tiene un impacto económico en Barcelona y su entorno metropolitano de unos 200 millones de euros.
La celebración de los dos salones de manera conjunta ha sido un acierto para los organizadores. Los expositores de Hostelco han conseguido establecer contactos con visitantes de Alimentaria que de otra manera les habría sido mucho más difícil. Y viceversa. El presidente de Alimentaria y Fira de Barcelona, Josep Lluís Bonet, destacó ayer al cierre de las puertas “la gran plataforma de negocio” que supone dicha complementariedad. Tras los resultados obtenidos este año, los planes de Fira de Barcelona pasan por repetir la misma fórmula de una gran plataforma compartida en la próxima edición del 2020.
El cierre de puertas al público de Alimentaria ayer por la tarde estuvo acompañado del despliegue de un ejército de más de 120 voluntarios del Banc dels Aliments. Los expositores colaboraron en la acción solidaria y entregaron los excedentes
La celebración conjunta del gran salón de la alimentación y el del equipamiento hostelero ha beneficiado a ambos
alimentarios para que se destinen a las familias más necesitadas. Como muchos de los productos de Alimentaria son frescos y refrigerados, se habilitaron tres tráilers frigoríficos que se fueron llenando a lo largo de la tarde de pescado, carne y lácteos. Los primeros cálculos apuntan que se recogieron unas 30 toneladas.