Compromiso con el territorio
ROM es un proyecto ilusionante de Pere Planagumà
La familia Rom –hoteleros de Roses– y Pere Planagumà –cocinero con una intensa trayectoria delante de los fogones– se conocieron gracias a un amigo común, y nació la idea de este ilusionante proyecto, abierto todavía no hace un año, en la playa de Roses.
Observar el trayecto de Pere –Escola d’Hostaleria de Girona, Mas Pau, Tour d’Argent y Rôtisserie du Beaujolais en París, El Celler de Can Roca y Les Cols en Olot– permite conocer el alcance de lo que culinariamente ha hecho. A pesar de su extenso camino –Pere nos parece un cocinero astuto, meticuloso e intuitivo–, su pasión por los fogones le viene de la buena cocinera que era su madre.
Hemos estado en ROM Taverna. Su carta es clara y precisa. Hay platos para compartir –sencillos–, pequeños bocadillos seductores, arroces y fideos, entrantes modernos y clásicos, platos de pescado al horno, al pilpil, a la brasa, a la plancha o caldosos, y platos de carne tradicionales y de autor. Una cocina, comprometida con el territorio, que evidencia que no se puede cocinar sin observar la naturaleza.
Aparte de otros platos de la carta, haremos alusión a dos que nos maravillaron especialmente y que confirman que tradición, excelencia y creatividad no se excluyen, dos platos de una excelencia concluyente e irrebatible. Con ellos, Pere nos abrió el corazón de par en par: un rémol al horno con patatas a lo pobre –divinas– y unas tradicionales manitas de cerdo con espardenyes y picada. Pídanlos. No se arrepentirán.
Al lado de Pere, dos cocineros de su confianza, Nico Ahumada –su mano derecha en la cocina– y Albert Lorenzo, jefe de pastelería. Fausto Rom, jefe de sala, y Diego Arciénagas, sumiller, comandan un servicio de sala sensato y atento.
El ROM es una taberna con todas las de la ley, como estamos seguros de que lo será, también, el ROM restaurante que, con una propuesta gastronómica particular, conformarán un proyecto absolutamente ilusionante.
Después de hace años, ha sido un placer reencontrarnos, de nuevo, con Pere.